Casi con las maletas ya hechas para emprender la aventura saudita junto a su excompañero Karim Benzema, Sergio Ramos cambió el billete para trasladarse a Sevilla.
"Contento de volver e intentar incorporarme cuanto antes que es lo importante", señaló el defensa ya sintiéndose de nuevo sevillista. "Estaba deseando volver a casa, no tenía sentido irme a cualquier otro sitio sin pasar por aquí".
Para Ramos, volver al club que le vio nacer, es pagar una deuda "con mi padre, con mi abuelo, con el sevillismo, con (Antonio) Puerta (jugador sevillista fallecido en 2007), con muchas cosas que han significado mucho", aseguró.
Pues ahora tendrá una temporada completa para cumplir con su promesa y cerrar esa especie de herida que se abrió entre él y parte de la afición nervionense, especialmente con los más radicales, que no le perdonaban ciertos comportamientos y actitudes cuando, en el Pizjuán, defendía la camiseta del Real Madrid.
Él ya ha dado el primer paso al pedir perdón púbicamente. "Quiero aprovechar la oportunidad para disculparme en primera persona y pedir perdón a cualquier sevillista que se haya sentido ofendido por cosas y gestos que pude hacer en su momento. Creo que estamos todos en el mismo barco, somos todos de la misma familia y demasiada gente tenemos fuera como para pelearnos nosotros"