Después de un comienzo titubeante, Mbappé se estaba encontrando cada vez mejor, entendiendo los movimientos de Vinicius y de Rodrygo, asociándose con Bellingham. Una pared con el inglés le permitió firmar su mejor gol de madridista hasta el momento. Pero después se lesionó.
El percance abre las puertas para que Endrick pueda suplirle. Si bien Ancelotti lo ha alineado más por la derecha en los pocos minutos que ha dispuesto, el joven brasileño llegó como delantero centro. Cuanto más cerca del área, mejor para armar su latigazo.
Esa sería la decisión natural, cambio por cambio. Pero el descomunal potencial ofensivo con el que cuenta el técnico del Real Madrid también ha provocado un desequilibrio que se nota en la cantidad de goles y oportunidades concedidos a los rivales. De ahí que el cuerpo técnico también se haya planteado la posibilidad de regresar al 4-4-2 que tan bien funcionó la pasada campaña con doblete Liga-Champions.
Ahí el gran beneficiado podría ser Arda Güler. Su presencia en el XI podría permitir a Carlo jugar con los dos dibujos, variando sin necesidad de mover el banquillo. Al turco, además, se le quiere ir haciendo sitio en el centro del campo.
Hay que recordar que, además de Mbappé, Brahim, Ceballos, Camavinga y Alaba llenan la enfermería blanca.