Raúl García (22) ya es nuevo jugador de Club Atlético Osasuna, que invierte en un futbolista joven llamado a tener una dilatada carrera en el fútbol de élite y, además, lo ata con una clausula de 50 kilos para evitar que no salga a cualquier precio. El Real Betis Balompié, que se guarda un porcentaje de una hipotética venta futura a un tercero, tendrá que ver desde la distancia cuál es la progresión de quien es considerado como uno de los mejores productos de la cantera.
Con orígenes en Granada, comenzó a dar sus primeros pasos en el Guadix C. F. con apenas ocho años. Un lustro más tarde, fichó por las categorías inferiores de la U. D. Almería, donde brilló y provocó que ojeadores del cuadro verdiblanco se fijaran en él. Algo tuvieron que ver sus 22 goles en la categoría juvenil (División de Honor), cifra que le permitió ser el pichichi del torneo doméstico.
Justo antes de cumplir la mayoría de edad, puso rumbo a Sevilla. Sus grandes actuaciones hicieron que diera el salto al filial, con el cual logró el ascenso a la extinta Segunda B en 2020. A lo largo de esa misma temporada, incluso, debutó en Primera, en un partido contra el Levante. Su explosión, sin embargo, se produjo la pasada campaña. En un destino ideal para destacar como es el Mirandés, logró 19 dianas y repartió siete asistencias en 39 participaciones. Fue el segundo máximo realizador.
El espigado ariete (1,91 metros) sabe lo que es jugar en la élite, pero es ahora cuando va a poder tener continuidad. No le van a faltar las oportunidades porque el cuadro pamplonica disputará cuatro competiciones en este siguiente curso: Liga, Copa del Rey, Supercopa de España y Conference. Así, llega a tierras navarras con alicientes de sobra para seguir demostrando su calidad.