Atleti y Espanyol, negados ante el gol (0-0)

César Suárez

Sorloth le gana la partida a El HilaliPierre-Philippe MARCOU / AFP

El Atlético de Madrid ha sido incapaz de superar al Espanyol después de fallar innumerables ocasiones de gol, especialmente en la primera mitad. En la segunda anotó Riquelme por dos veces, pero ambas en fuera de juego. Los periquitos siguen sin marcar en LaLiga, pero al menos han sumado un punto, que no es poco, en el Metropolitano.

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Sin Griezmann, pero con el estreno de la dupla Julián Álvarez-Sorloth, el Atlético salió como un vendaval a arrollar al Espanyol. Fue la Araña el primero que probó a Joan García, que se lució en su estirada para evitar el estreno del argentino. Un minuto después, Lino, en posible posición adelantada, estrelló el balón en el palo. Luego, Sorloth, ganando el salto a El Hilali, falló la tercera clara ocasión de los colchoneros. Y aún hubo una cuarta, otra de Julián Álvarez, antes de cumplirse el cuarto de hora de juego.

Los periquitos se veían impotentes para dar dos pases seguidos y sólo se quitaron la presión cuando los del Cholo bajaron una marcha para recuperar el aliento. Pero enseguida volvieron al ataque... para seguir mandando ocasiones al limbo, como Sorloth con la zurda tras otra asistencia de Riquelme.

Tanto fallar estuvo a punto de costarles muy caro. En una de las pocas contras visitantes, un centro de Tejero tocado por Kral fue rematado por Puado con toda la portería a favor. Pero el catalán emuló la mala puntería de sus rivales. No marcaron, pero al menos cambió la tendencia. El Atleti perdió fluidez y ganó en imprecisión. No es que Oblak sufriera más, para nada, pero el dominio aplastante se fue sin dejar rastro. Como la primera mitad, que acabó con dos paradas 'facilonas' de Joan García a disparos de Sorloth y Lino.

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Triple cambio

Simeone quería más, estaba claro. Y dejó en la caseta a Julián Álvarez, aún lejos de su mejor forma, a Lino y a Molina. 10 minutos después estaban celebrando un tanto de Riquelme... que fue anulado por fuera de juego tras una concienzuda revisión en el VAR. Su gozo en un pozo.

La acción animó a un Espanyol cada vez más cómodo que incluso se animó a mirar a los ojos a Oblak. Fue Cheddira, el recién llegado del Nápoles, el que se encontró con los reflejos del eslovaco. El guion ya había cambiado porque los rojiblancos, ahora sí, tenían que cuidar también sus espaldas.

Y entre la falta de claridad y puntería de unos, y la buena colocación y empaque de los otros, el 'cerocerismo' se impuso en el marcador con un reparto de puntos que deja más satisfechos a los de Manolo González que a los del Cholo, que suman dos empates en tres jornadas.