Robert Navarro fue determinante de cara a lograr la victoria en Hungría (0-1), un tanto que reafirma su buen papel con el combinado sub-21. Este martes por la noche sumó su cuarta diana en siete encuentros como internacional con la selección, de modo que puede presumir de tener un promedio superior al 0,50 por cita. Y si pudo ver portería en la visita al Szent Gellert Forum fue, en cierta manera, debido a las molestias de Alberto Moleiro.
El ex del Cádiz atendió a los medios oficiales de la Real Federación Española de Fútbol para valorar su actuación y la del resto del equipo: "Le damos mucha importancia al balón parado. Me ha tocado estar en el rechace, le he pegado y ha ido para dentro. Sabíamos que era un partido importante para dejar las cosas listas. El míster nos lo ha transmitido muy bien y creo que hay un grupo muy bueno, como venimos demostrando".
Además de poner en valor la unión del vestuario, Navarro reconoció que siempre es "un placer" acudir a la llamada de Denia... incluso cuando el margen es escaso y está de descanso: "Me pilló en Madrid viendo a mi amigo Sanz (jugador de pádel) porque teníamos días libres. Me llamaron para ver si podía venir y yo, supercontento y con mucha ilusión. Estaba sin nada y tuve que comprar las botas que me han dado el gol. Estoy muy feliz por haber ayudado".
"El objetivo con estos dos partidos era conseguir la clasificación, como hemos hecho. Es algo muy importante para el grupo y para la RFEF el poder estar presentes en una fase final de un Europeo por quinta vez consecutiva. En la primera parte hemos tenido más sensación de control, a pesar de habernos enfrentado a un bloque bajo muy difícil. Tenemos cosas que mejorar, pero nos vamos contentos con el resultado", aseguró Santi Denia.