Tres expulsiones en cuatro partidos, el dato que alerta al Sevilla antes de la final
El Sevilla está a un paso de conquistar la Europa League por séptima vez. Es difícil encontrar una explicación a tal idilio, sobre todo si tenemos en cuenta las múltiples dificultades que se han presentado durante la presente temporada. Ganar daría el billete para la Champions y permitiría olvidar todas las penurias de meses atrás, especialmente hasta la llegada de José Luis Mendilibar, el hombre humilde que ha cambiado el rumbo de una entidad que incluso veía peligrar su continuidad en la élite.
Los hispalenses acumulan tres encuentros seguidos sin vencer (ante Real Betis, Elche y Real Madrid), si bien no es un dato que preocupe en la capital andaluza porque todo el foco está puesto sobre el duelo de este miércoles frente a los italianos. Esos compromisos de LaLiga Santander han llegado después de la vuelta de semifinales contra la Juventus de Turín, que salvó el empate en la ida de forma agónica y se llegó a poner por delante en Nervión. Ya en la prórroga, los anfitriones firmaron el pase.
El cuadro del Sánchez Pizjuán jugó en inferioridad numérica durante cinco minutos frente a la propia Juve debido a las dos tarjetas amarillas que vio Marcos Acuña (la primera, antes del descanso). El argentino, por su parte, volvió a ser protagonista este sábado al recibir una roja directa por una muy dura entrada sobre Dani Ceballos. También quedaba un tiempo similar para el final -fue en el 83'- y apenas influyó en el resultado porque los suyos caían ya por 1-2 y así es como acabó.
Estuvieron al otro lado de la moneda en el derbi ante el Betis (Juan Miranda se marchó al vestuario antes de tiempo a punto de alcanzar la conclusión) y no se libraron en el Martínez Valero por culpa de una nueva imprudencia de Pape Gueye. El argentino Erik Lamela había inaugurado el marcador y todo parecía fluir, pero el mediocentro francés cometió un grave error y, en parte, hizo que los de Sebastián Beccacece dieran un paso adelante, empataran y rascaran un punto que no les sirve de nada.