Hay pocas, muy pocas dudas de que Carlo Ancelotti se ha puesto en contacto a estas horas con su discípulo Xabi Alonso para interesarse por Ademola Lookman, que rompió el sueño del triplete del técnico vasco en la final de la Europa League disputada en mayo. Y no de forma baladí. Porque el hat-trick marcado por el nigeriano en la final de Dublín fue un compendio de velocidad, técnica y precisión.
Un triplete que dio a su Atalanta su primer e histórico trofeo continental ante un equipo invicto durante toda la temporada pasada, salvo en el último acto en Irlanda.
Un toque de corneta desde el área para sorprender al goleador desde atrás había roto la defensa rival. Después, el diluvio provocado por un túnel al que siguió un disparo imparable a la escuadra contraria con la derecha. Y en la segunda parte, en un contragolpe, un cambio de ritmo para envidia del mejor Ronaldinho, y un zurdazo fulminante colocado en el segundo palo. Un amplio repertorio goleador de gran calidad del hombre que, contra el Real Madrid en la final de la Supercopa de Europa, será el elemento decisivo del ataque de Gasperini.
Baja
Porque tras la lesión de Gianluca Scamacca, es el ariete de origen africano la principal esperanza en ataque del técnico oróbico, que le ha hecho capaz de explotar como nadie como segundo punta. Lookman es la referencia de los bergamasos, capaz tanto de dialogar con los demás jugadores encargados de atacar, como de insertarse en punta para actuar como terminal ofensivo.
Al fin y al cabo, estamos hablando de uno de los grandes candidatos a ganar el Balón de Oro africano por lo que demostró la temporada pasada. Sin la competencia de su compatriota Victor Osimhen, que se desinfló estrepitosamente con el Nápoles, el nigeriano de origen inglés puede aspirar realmente al gran premio concedido el año pasado al delantero centro que actualmente sigue vinculado al club azzurro. Tras llegar a la final después de marcar tres goles en la competición continental, Lookman tiene a sus espaldas una primera mitad de 2024 del más alto nivel. Y en Madrid le temen, aunque en silencio.
Antídoto
Como principal estandarte, Lookman será uno de los peligros de una Atalanta que ya ni siquiera podrá contar con Teun Koopmeiners, ahora comprometido con la Juventus. Y seguramente Carlo Ancelotti habrá delegado en su hijo Davide para encontrar el antídoto más eficaz a su irrefrenable deseo de saltar por encima de los rivales y crear superioridad numérica con sus regates y sprints. Lo que demostró en la última final de la Europa League ha dado la vuelta a Europa y al mundo, y en la capital española habrán tomado nota incluso antes de que ganara la final de la Liga de Campeones contra el Dortmund.
¿Será Dani Carvajal quien le frene? ¿O intentarán Carletto y Davide confiar la ardua tarea a un central que deberá evitar salir demasiado para no dejar espacios que puedan favorecer las inserciones de De Ketelaere y Pasalic? La única certeza es que Gasp no podrá prescindir de su héroe de la Europa League, uno que al principio de la temporada, y con el balance aún poco claro, puede poner en jaque incluso al equipo más sólido de Europa. Después de todo, tras un primer milagro contra el hasta entonces invicto Bayer, ¿por qué no esperar un segundo?