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Morata, un capitán familiar que quiere levantar el trofeo de la Eurocopa

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Morata, en familia
Morata, en familiaRFEF
Después de toda una vida en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas marcando goles en todas las edades vestido de rojo, Álvaro Morata afronta la Eurocopa de este verano con la ilusión disparada. Lleva ya 71 partidos con la absoluta, es el quinto máximo goleador de la historia con 34 aciertos y, por primera vez, será el encargado de llevar el brazalete de capitán en un gran torneo como el de Alemania.

Nada supone más para este delantero, convencido de que se puede lograr algo muy grande en tierras germanas, un líder que cuida al máximo todos los detalles para que el vestuario mantenga la armonía que se intuye. Desde su casa hasta la residencia, desde el beso de los suyos al abrazo con sus compañeros, un trayecto repleto de confesiones, recuerdos y sueños.

Al tiempo que carga con sus bártulos, el capitán de la selección apura los últimos instantes en casa. Se aleja de su mujer y de sus cuatro hijos, pero se los lleva de forma simbólica a Alemania, acostumbrado a gestionar los escenarios que plantea una concentración larga como lo es la de esta Eurocopa. Sentir a su gente es capital para rendir al máximo. "Hacemos un gran equipo, también los niños me hacen tener cada día más fuerza para pelear y para que puedan estar orgullosos de su padre. Solo pienso en que mi mujer y mis hijos estén orgullosos de mí, que eso también es un triunfo en la vida".

Y también quiere triunfar en Alemania, también quiere triunfar en esta Eurocopa que se presenta apasionante para España. "Es increíble. Estoy aquí de camino a la Federación y, como si fuera la primera vez, voy sudando. Es una emoción increíble. Encima esta vez me toca ser capitán", resume Morata con entusiasmo. "Me acuerdo de todas las veces que he ido con las inferiores, de todos los compañeros, de los entrenadores… Es increíble".

"Esta vez me toca ir como capitán, es una emoción increíble"

Cambia su rol en el vestuario, más que evidente la responsabilidad que implica llevar ese distintivo con la 'C' de capitán en el brazo, pero la esencia y las ganas son las mismas: "Tampoco lo quiero pensar mucho, voy a hacer lo que hago siempre: tratar de ayudar y motivar a la gente, hacerles ver que se para todo. Da igual cómo llegues y quién llegue, los que están ahí tienen que saber que a lo mejor no vuelven a vivir una situación así".

Morata hace las maletas pensando a largo plazo, pues se alimenta del deseo y del entusiasmo de un grupo que quiere llegar a la final de Berlín del 14 de julio. Obviamente, no hay que mirar más allá de la fase de grupos, exigente de por sí y más sabiendo que Croacia, Italia y Albania son los rivales, pero es comprensible que España aparezca en el listado de aspirantes a la gloria. No en vano, es la actual campeona de la UEFA Nations League y accedió a esta Eurocopa después de una clasificación brillante. "Como capitán, lo único que quiero transmitirles a todos es que tienen que estar a gusto, que es lo primero y lo más importante, pero que nos concentramos para ganar. Podemos ganar una Eurocopa y hacer historia". 

Es la palabra de un capitán ideal tanto para su familia como para la selección, que en cierto modo es como si también lo fuera.