Con Granit Xhaka, Suiza puede contar con un jugador-entrenador
"Creo que la preparación para obtener el carné de entrenador me ha permitido ver el juego de otra manera y estar un paso por delante de mis rivales", declaró el capitán de Suiza, Granit Xhaka, tras la victoria de su equipo por 3-1 sobre Hungría el 15 de junio, partido en el que fue elegido mejor jugador del encuentro.
"Mirando atrás, creo que debería haber empezado el curso de entrenador mucho antes. Mejoró mi juego", declaró recientemente a la revista de la Liga Alemana (DFL).
Pocos días antes del comienzo de la Eurocopa-2024, mientras Suiza ultimaba sus preparativos, Xhaka sacrificó sus vacaciones para acudir a Birmingham a convalidar su diploma de entrenador de la UEFA A, que comenzó esta temporada.
Mientras el Leverkusen cosechaba éxitos (terminó invicto la temporada en la Bundesliga), el centrocampista de 31 años pasaba parte de su tiempo libre observando al SC Union Nettetal, de la quinta división alemana, donde juega su cuñado Leonard Lekaj.
Una vez cumplidas las horas obligatorias para convalidar su título, Xhaka seguía acudiendo regularmente al campo como segundo entrenador del equipo aficionado, cuando su agenda se lo permitía.
Parece un paso natural para el mediapunta suizo, a quien nunca le faltan comentarios cuando se trata de discutir los planes tácticos de la Nati.
Sobre todo desde que Murat Yakin asumió el cargo de entrenador en 2021, un hombre con el que Xhaka no tiene reparos en exponer sus diferencias de opinión.
"Cuidado con lo que digo
Así quedó patente tras la bofetada recibida ante Portugal (6-1) en los octavos de final del Mundial de Catar 2022. Yakin había innovado con un sistema de juego que la Nati nunca había probado. A Xhaka no le gustó la experiencia y lo dejó meridianamente claro.
Volvió a hacerlo durante la decepcionante fase de clasificación para la Eurocopa-2024 y el empate a 2-2 en Kosovo, de donde es originaria su familia, y cuya independencia, según Xhaka, incluso sobre el terreno de juego, es discutida por Serbia.
Xhaka salió de ese partido tan simbólico para criticar indirectamente a su entrenador. " En los entrenamientos, no había ritmo, no había tempo, demasiada poca concentración ", despotricó.
En Alemania, el tempestuoso Xhaka se calmó, pero siguió expresando sus dudas. Ante la alineación experimental ideada por Yakin para el partido contra Hungría, el mediapunta expresó su sorpresa, tras añadir con una sonrisa: "Tengo que tener cuidado con lo que digo, ¿no?
Pero la visión táctica de Xhaka no sirve simplemente para contradecir a su entrenador.
A sus 31 años, ha realizado probablemente la mejor temporada de su carrera con el Leverkusen, y su influencia sobre sus compañeros de selección nunca ha sido mayor. Aunque a veces le costó brillar con la Nati, ahora es el guardián indiscutible de su juego.
Los suizos necesitarán más que nunca al ex jugadordel Arsenal si quieren vencer aAlemania el domingo y clasificarse para el resto de la Eurocopa. Alemania, donde Xhaka también se convirtió en seleccionador.