Los Williams lideran la manada del león para jugar la final de la Copa (3-0)
En un San Mamés sediendo de títulos, con un ambiente de los que puede acongojar a cualquier rival, salió el Atlético valiente, dispuesto a igualar cuanto antes la eliminatoria.
Dicen que disparar primero en este tipo de duelos es importante para marcar territorio. Y lo hizo Lino, aunque flojo y fácil para Agirrezabala. Fue lo más cerca que estuvieron de la final copera.
Porque en la Catedral, al Athletic le da igual que le golpeen primero. Confían en la mordedura mortal que poseen los Williams. Fue antes de cumplirse el cuarto de hora cuando Nico centró bombeado e Iñaki preparó una volea con el empeine que se coló como un obús en la meta un perplejo Oblak. Qué belleza de remate. Y cómo lo contempló de lejos la zaga atlética. De traca.
Entre hermanos anda el juego
Si ya de por sí era complicado para los del Cholo con el 0-1 de la ida, remontar dos goles se antojaba tarea milagrosa. Aun así, no le perdieron la cara al partido. Se resguardaron unos instantes para capear el temporal, sobrevivieron a otra conexión de los hermanos y fueron ganando metros con seguridad. Correa, sin embargo, no tuvo el acierto de Iñaki en la mejor oportunidad del Atleti.
Y el que perdona en estos partidos lo termina pagando caro. Tanto como que, poco antes del descanso, el vendaval bilbaino volvió a dejar en evidencia a una defensa terrible. Sancet abrió al espacio para que Iñaki, con Lino en el ataque, rompiera a Hermoso y diera una asistencia perfecta para devolver el favor a Nico. 2-0 y eliminatoria más que resuelta.
Sustos en la grada
La fiesta estuvo a punto de empañarse en la grada. En la primera mitad ya hubo que parar el encuentro unos minutos para atender a un aficionado que se sintió mal. En el descanso, los médicos también tuvieron que intervenir para salvar a un seguidor que se había atragantado. Por fortuna, todo quedó en sustos y el choque se pudo reiniciar con unos 10 minutos de retraso.
Sobre el césped todo siguió igual. Nico dejó en evidencia a Nahuel Molina en una carrera a campo abierto en la que uno parecía un Fórmula 1 y el otro un tractor. Lo de Bale y Bartra, pero mejorado. Por suerte para el Atlético, Sancet erró el remate con todo para marcar.
No esperó más Simeone para hacer un triple cambio. Pero lo que se encontró fue el tercer gol de los leones. Para celebrar el récord de espectadores, con 52.061, Guruzeta apareció donde tiene que estar un ariete para rematar un rechace de Oblak a tiro de Sancet. ¿Dónde estaba la defensa madrileña? Visitando el Guggenheim.
Ya con el 3-0 y los vascos cantando ¡a Sevilla, oé! -sede de la final-, los de Ernesto Valverde bajaron el pistón. Es de agradecer que el Atlético no dimitiera y siguiera buscando, al menos, el gol del honor. Pero no lo encontró porque Julen Agirrezabala, suplente de lujo de Unai Simón, no lo permitió.
El Athletic de Bilbao, con justo merecimiento tras su 4-0 global en la eliminatoria, estará en la final de la Copa el 6 de abril para medirse al Mallorca. El Atlético, mientras, vuelve a fallar en un momento clave, como le pasó en la Supercopa.
Jugador Flashscore del partido: Nico Williams (Athletic de Bilbao).