El líder de la Serie A, el Nápoles, se metió por primera vez en los cuartos de final de la máxima competición europea de clubes. Perdió en la ida ante al Milan por 1-0 con un gol de Ismael Bennacer (25). Ahora, en la vuelta, Spalletti no quiere ansiedades. 

"Hay cero riesgos en torno a este partido. El único riesgo es alcanzar una alegría infinita porque nunca hemos llegado a este nivel y si ganamos llegaremos aún más lejos", declaró Spalletti a la prensa el lunes.

Aun así, espera ganar, claro que sí. "Sólo estaré contento mañana si pasamos a la siguiente ronda, de lo contrario cualquier gran actuación será un escaso consuelo", añadió.

"Tenemos que jugar como lo hicimos en la ida, cuando salimos con una ligera desventaja pero sin remordimientos. En general, esa actuación es la que espero".

En el partido se producirá el regreso del delantero Victor Osimhen (24), que se perdió las dos derrotas anteriores del Nápoles ante el Milan esta temporada.

El internacional nigeriano, máximo goleador de la Serie A con 21 dianas, regresó al terreno de juego el sábado para disputar 17 minutos en el empate sin goles en casa contra el Hellas Verona, tras una distensión en el muslo.

"El Milan juega un fútbol moderno y ofensivo, con una presión alta, mereció ganar el Scudetto la temporada pasada y vendrá aquí a tomar la iniciativa. Osimhen también les preocupará", afirmó Spalletti.

El Nápoles no podrá contar con el defensa central Kim Min-Jae (26 años) ni con el centrocampista André Frank Zambo Anguissa (27 años), sancionados, ni con Giovanni Simeone (27 años), lesionado en el muslo, aunque Spalletti aseguró que hay suficiente profundidad de plantilla para sustituirlos.

"Tenemos una plantilla que nos ha permitido llegar hasta aquí, no sólo 11 jugadores. Ejercitarse bien en los entrenamientos también es crucial, de lo contrario, te olvidas de los movimientos y te quedas fuera de la práctica, así que ahí también contribuyen todos", añadió.