La varita mágica de Xavi en París
Si a Luis Enrique poco menos que lo crucifican en Francia por sacar del once inicial a Barcola para colocar a Marco Asensio como falso 9, desterrar a Marquinhos al lateral derecho y dejar en el banquillo a Zaïre-Emery, todo son parabienes para la táctica empleada por su colega y amigo en el banquillo culé.
Porque a Xavi le salió casi todo bien. Hasta su apuesta por Sergi Roberto como medio centro junto al aún renqueante Frenkie de Jong. Pero cuando el PSG parecía un tsunami en el inicio de la segunda mitad, no le tembló el pulso para hacer las permutas necesarias para volver a controlar el duelo.
Le salió de lujo. Dio entrada a Pedri y el primer balón que tocó el canario fue una maravillosa asistencia que Raphinha mejoró para marcar el 2-2. Y después, metió en el campo a Christensen y el danés, también en su primera acción de juego, acertó a anotar el 2-3 tras la pifia de Donnarumma.
Hay quienes consideran en el entorno del Barcelona que es necesario replantearse la situación con su todavía entrenador. Pero, de momento, Xavi no piensa echarse atrás. "No, ahora es un momento de disfrutar. Falta acabar el trabajo. Pero luego tenemos el Cádiz el sábado, y después el martes el París. Pero en mi situación personal no cambia nada", dijo al término del duelo de Champions.
El futuro, en cualquier caso, aún no está escrito.