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La Champions es del Real Madrid y de nadie más (2-1)

César Suárez
Joselu celebra el gol del empate ante el Bayern
Joselu celebra el gol del empate ante el BayernAFP
El Real Madrid estará en la final de la Liga de Campeones gracias a un doblete de Joselu después de una épica remontada, una más en el coliseo blanco, una más en Europa, una más cuando el Bayern ya se veía en Wembley. Pero lo que no sabían los alemanes es que la Champions es el Madrid y el Madrid es la Champions.

Todo estaba preparado para la gran fiesta del Madrid. Desde horas antes se habían agluitinado en las calles colindantes al Bernabéu miles y miles de aficionados para recibir e insuflar ánimos al rey de Europa. Una fiesta a la que no podían fallar los jugadores. Aunque le dieran un suspense que casi les cuesta la vida. Aunque el árbitro alargara el partido 14 minutos. Aunque el Bayern marcara en el penúltimo segundo un gol que fue anulado por fuera de juego antes de ser gol. Pero la Champions, sin milagros del Real, no es Champions. Y entonces, y sólo entonces, el madridismo gritó como al principio, cantó el himno del Centenario y se unió en comunión con los suyos, con la tranquilidad de verse luchando por la 15ª Copa de Europa. 

Fue el epílogo de lo que se había iniciado dos horas antes. En una atmósfera maravillosa, el de las grandes noches, Vini, el mayor agitador del Madrid, no esperó ni 20 segundos para calentar más el ambiente y forzar el primer córner tras un robo de balón. El Bayern no quería sobresaltos sino calma. Pero no la tuvo cuando a Rodrygo le faltó una uña para empujar el centro de Carvajal. Algo más le faltó a Kane para hacer lo propio con el pase de Gnabry en su rápida respuesta. 

Eran momentos de dominio local, con un Bayern replegado a la espera del mínimo error para activar a Sané y a Musiala. Pero el que se activó, a la fuerza ahogan, fue Neuer tras un disparo de Vinicius que rozó, tocó en el palo, le llegó a Rodrygo y sacó levántadose desde el suelo con más rapidez que Flashscore con sus resultados. 

Los de Ancelotti tenían prisa, pero también cuidado por las contras. Se lesionó Gnabry y entró el 'deseado' Alphonso Davies, otro velocista. Pero el peligro llegaba por la derecha con las subidas de Kimmich. Una de ellas acabó con un paradón de Lunin tras una estética volea de Kane. 

Esa ocasión del inglés hizo que el Madrid bajara revoluciones. Bellingham no entraba en juego y los caminos hacia la meta bávara estaban llenos de espinas. Sólo en algún resquicio, como un centro de Vinicius que se fue envenenando y sacó Neuer cuando el balón ya se veía dentro, pudieron los blancos acercarse con peligro. Así se llegó al descanso, con dominio sin premio. 

Vini, el agitador

Con el cuchillo entre los dientes salió Vinícius tras el descanso. Sobre todo tras volver Kane a probar las virtudes de Lunin. Amargó a Kimmich en cada acción, levantó aplausos, agitó a las masas... pero sólo encontró una vez a Rodrygo, cuyo remate forzado rozó el palo por fuera. Al menos el Bernabéu elevó los decibelios para ver si se unían más compañeros. Lo intentaron otra vez los dos brasileños, pero Neuer volvió a salvar a los suyos. Qué portero. 

Davies se presenta en el Bernabéu

Se merecían los de Ancelotti el gol, pero el Bayern, espejo en muchos aspectos del Madrid, no necesita mucho para marcar. Ya habían forzado antes a Lunin, y en una contra, con un medido pase de Kane a Davies, llegó el gol. El canadiense se hizo hueco ante Rüdiger y soltó un derechazo, ¿su pierna mala?, para marcar el 0-1. 

Se marcharon entonces Kroos y Tchouaméni para dar entrada a Modric y Camavinga. Y el Madrid marcó, entre Nacho y un defensor, pero el empate no valió por empujón del capitán a Kimmich. El gozo en un pozo. 

Joselu MATO al Bayern

En busca de la remontada, entraron Joselu y Brahim. Y qué cambio, sobre todo el del primero. Porque el Madrid, que nunca se rinde, lo intentó una y otra vez. Ya saben aquello de "90 minuti sono molto longo en el Bernabéu", que diría en un italiano españolizado el gran y recordado Juanito. Y el Bayern, claro que sí, lo iba a saber de primera mano.

Fue en el 88 cuando a Neuer, héroe hasta el momento, se le escapó el balón a tiro de Vinícius y apareció por allí Joselu para empujarlo a la red. Y con el 1-1 rugieron y dijeron que de prórroga nada de nada, que a por el segundo. Y ahí que apareció de nuevo Joselu para rematar un centro de Rüdiger para llevar el éxtasis al Bernabéu, para agrandar la leyenda madridista, para sacar el billete a Wembley y para seguir soñando que la 15ª, la niña bonita, será del Real Madrid. Porque la Champions es del Madrid y de nadie más

Y eso que el Bayern marcó en el 104, pero el árbitro dijo que nones, que había fuera de juego y que había pitado antes del remate, por lo que ni el VAR podía hacer o decir nada. Y mientras los bávaros protestaban amargamente, la fiesta era totalmente blanca. 

Jugador Flashscore del partido: Joselu (Real Madrid).

Centro de datos del Real Madrid-Bayern de Múnich.