Guardiola supera su asignatura pendiente: "Ganar el triplete es tan difícil..."
Guardiola culminó una gran temporada levantando el trofeo de la Liga de Campeones al vencer por 1-0 al Inter de Milán, este sábado en la final de Estambul, completando el triplete esta campaña, tras haberse hecho con Premier y FA Cup.
Y acabó con esa maldición y demostró que podía ganarla sin los Messi, Iniesta y Xavi que tenía en el Barcelona.
"Estoy cansado, tranquilo y satisfecho, ¡pero cómo de difícil de ganar es este maldito trofeo!", dijo con una sonrisa a BT Sport.
"No podía pasar de otra manera, lo sabíamos. En la primera parte estábamos nerviosos. Teníamos que tener paciencia. Esta competición puede ir para un lado o para otro, pero estábamos ahí y estaba escrito en los astros, el trofeo es para nosotros", celebró.
Guardiola añadió que tras el triplete toca festejar y no pensar automáticamente en la nueva temporada.
"Por el momento, no tengo la suficiente energía para pensar en la próxima temporada. Ganar esta competición y conseguir el triplete es tan difícil que la manera hoy no importaba. Lo que importaba era ganarla", sentenció.
Tras los pasos del United
Antes que el City, el único club inglés en lograr ese triplete había sido el Manchester United, en 1999.
"Debo felicitar al Inter por el partido. Sabemos cómo se sienten porque lo vivimos hace dos años cuando perdimos la final contra el Chelsea. No hay palabras para explicar el dolor", dijo Guardiola en rueda de prensa.
El técnico echó flores al propietario del City el jeque emiratí Mansour, por su paciencia, al haberle dado crédito hasta lograr en su séptima temporada el ansiado título de Champions.
"Después de no conseguir la Champions te pueden echar y esa es la fuerza de este club", dijo.
"Estoy contento, ya que con sus oportunidades, el Inter podría haber llegado a la prórroga, pero yo sería la misma persona y éste sería el mismo equipo", dijo el catalán.
"El mérito de este equipo es por todos los trofeos que hemos ganado. Hoy hemos enfrentado a un gran equipo. A nivel físico la batalla contra el Inter ha sido grande y hemos tenido la suerte que no tuvimos en el pasado", indicó.
"Es un honor estar al lado de sir Alex Ferguson en este logro", dijo al igualar el triplete que el técnico escocés ganó con el United en 1999.
"No me considero nada especial por haber ganado y si pierdo no me siento un perdedor. En el fútbol esto puede pasar. Nosotros éramos favoritos pero el Inter es un equipo muy fuerte. Están decepcionados como nosotros estuvimos hace dos años cuando perdimos con el Chelsea, pero el fútbol sigue y lo tienen que intentar el año que viene", dijo.
Un equipo grande
Guardiola había dicho que para ser considerado un equipo grande, el City tenia que ganar la Champions.
"Ahora estamos solo a trece Champions del Real Madrid", dijo en tono jocoso, comparándose con el equipo blanco, que tiene el récord de catorce trofeos de Champions.
"Que tenga cuidado el Madrid, que estamos llegando. Si se duerme, lo alcanzamos", continuó la broma.
"No podemos compararlo. Para nosotros es solo la primera. Es un alivio para el club tener este trofeo. Ya no me van a preguntar en el futuro si vanos a ganarla o no", añadió ya en tono más serio.
"Yo estaba más contento cuando ganamos la FA Cup hace una semana contra el United", indicó. "Hoy es más sentimiento de alivio y quitarme la presión", analizó.
"La gente espera que cada año gane el triplete. Soy buen entrenador pero no lo suficiente como para ganar siempre un triplete", afirmó.
Sueño consumado
El Manchester City ya tiene el título de Champions que soñaba y perseguía. Un tanto del español Rodri Hernández en el minuto 68 permitió al equipo inglés romper la maldición que le atormentaba en Europa y derrotar este sábado en la final de Estambul al Inter de Milán por 1-0.
En un duelo en el que el City, claramente favorito, sufrió lo indecible y perdió a su cerebro Kevin de Bruyne por lesión en la primera parte, el técnico Pep Guardiola pudo ganar también su primera Champions lejos de Barcelona, donde había logrado los títulos en 2009 y 2011.
Además, el City logró un triplete histórico, tras hacerse con la Premier y la FA Cup, emulando al United que lo consiguió en 1999.
Guardiola sumó su tercer título de Champions como entrenador, igualando a Bob Paisley y Zinedine Zidane, siendo solo superados por Carlo Ancelotti, con cuatro.
"No podía pasar de otra manera, lo sabíamos. En la primera parte estábamos nerviosos. Teníamos que tener paciencia. Esta competición puede ir para un lado o para otro, pero estábamos ahí y estaba escrito en los astros, el trofeo es para nosotros", celebró Guardiola.
Pero el héroe del City fue Rodri. El exjugador del Villarreal y Atlético Madrid, no se prodiga en marcar goles. De hecho solo había marcado uno esta temporada, también en Champions, en cuartos contra el Bayern Múnich.
Pero se disfrazó de Erling Haaland, con sus 52 tantos esta campaña, y fusiló en el minuto 68 al portero camerunés André Onana, tras un pase hacia atrás del portugués Bernardo Silva, cuando peor lo pasaba el City.
"No me lo creo. Es impresionante por cómo se ha dado el partido. He estado horrible en la primera parte. Me ayudó y animó Pep Guardiola (en el descanso). Tenía que cambiar la mentalidad", dijo Rodri.
Y es que hasta ese momento del gol de Rodri, el habitual 3-5-2 dispuesto por Simone Inzaghi, creaba muchos problemas. La tela de araña italiana parecía engullir a la máquina de fútbol y de goles del City.
Incisivo Bernardo Silva
Eso no impidió al City gozar de la mejor ocasión en los primeros compases, con una internada por la derecha del portugués Bernardo Silva, cuyo disparo pasó cerca de la portería italiana.
Pero esa oportunidad del City parecía un hecho aislado. El conjunto inglés no se imponía. No era el equipo que había ganado la Premier y la FA Cup y que había anotado 31 tantos en doce partidos en Champions.
Haaland, la estrella del City se veía rodeado siempre de dos o tres defensas para cortarle cualquier pase. Ni el centro del campo inglés tenía espacios, ni el delantero noruego tampoco.
Guardiola había repetido que no había favorito pese a que todos los pronósticos daban vencedor a su equipo. Que solo los noventa minutos del final contaban, no los partidos anteriores. Y el Inter estaba empecinado en dar la razón al técnico catalán.
El fantasma de la final perdida en 2021 por el City contra el Chelsea aparecía amenazante.
Lesión de De Bruyne
La preocupación aumentaba con la sustitución de uno de sus hombre claves, De Bruyne, lesionado, que dejaba su plaza en el minuto 36 a Phil Foden.
Si el City había perdido a su jugador belga, el Inter hizo uso del suyo, Romelu Lukaku, en el minuto 56, sustituyendo al bosnio Edin Dzeko en el ataque para acompañar al argentino Lautaro Martínez.
Precisamente el rioplatense, apagado hasta ese momento, aparecíó en el minuto 58, aprovechándose de un pase hacia atrás del City para quedarse solo ante Ederson, pero su disparo fue despejado por el portero brasileño.
Pero el fútbol no es una ciencia exacta y cuando parecía estar en peor situación, sin De Bruyne, surgieron los otros dos centrocampistas de altos vuelos del City. Bernardo Silva hizo una incursión por la derecha y su pase hacia atrás fue rematado por Rodri a la red en el minuto 68.
El Inter no se rindió y tuvo su mejor ocasión dos minutos después, con un renate de Demarco al larguero. El rebote lo volvió a rematar el propio centrocampista italiano, pero su intento se encontró con el cuerpo de su compañero Lukaku.
Fue el último cartucho del Inter, que deberá esperar para ganar su cuarta Champions, en una temporada europea sin fortuna para el fútbol italiano, que vio también perder la final de la Europa League a la Roma y la Conference a la Fiorentina.
"Debo felicitar a mis jugadores porque tienen que estar orgullosos. Hemos hecho un gran partido, no hemos merecido la derrota. El Inter ha hecho una gran final", dijo Simone Inzaghi, el técnico del Inter, apesadumbrado.