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Entrevista a Massimo Oddo y su frustrado fichaje por el Barcelona y el Atlético de Madrid

Xhulio Zeneli
Massimo Oddo, cuando era entrenador del Padova
Massimo Oddo, cuando era entrenador del PadovaDavide Casentini / NurPhoto / NurPhoto via AFP
En una carrera en la que jugó en algunos de los gigantes del fútbol, Massimo Oddo (48) lo ganó todo como jugador: campeón de la Serie A, de la Liga de Campeones y de la Copa Mundial. Ahora espera una nueva oportunidad como entrenador.

El exlateral del AC Milan, el Lazio y el Bayern de Múnich ha trasladado esa experiencia al terreno de los entrenadores, donde ya ha ocupado cargos en el Pescara, el Udinese y el Crotone.

Entre los pesos pesados del fútbol italiano, Oddo habló con Tribalfootball.com la semana pasada sobre su carrera, sus planes como entrenador y sus pensamientos sobre el fútbol local.

Massimo, usted jugó en algunos de los grandes clubes, ¿cuáles fueron las mejores y las más difíciles experiencias de su carrera como futbolista?

"Cuando pasa el tiempo, empiezas a apreciar más las cosas. Puedo decir que todos los equipos en los que jugué, no sólo los grandes, sino también los pequeños, fueron importantes para mí y para mi carrera. Así que, para mí, ningún equipo es más importante que otro, aunque quizá desde el punto de vista de los logros, haya una diferencia.

Estoy especialmente unido a la Lazio y al Milan por diferentes razones. Al Milan, porque allí lo gané todo, y a la Lazio, porque fue el primer gran equipo en el que jugué, con jugadores legendarios, y más tarde me convertí en el capitán del equipo, llevándolo a clasificarnos para la Liga de Campeones. Así que estos dos clubes ocupan un lugar especial en mi corazón".

Usted jugó en el Bayern de Múnich, pero ¿hubo alguna vez ofertas de Inglaterra o España durante su carrera?

"En primer lugar, hay que reconocer que, durante mis años de jugador, había menos italianos que se marchaban al extranjero, porque la Serie A era la liga más fuerte en aquella época. Nunca tuve la oportunidad de jugar en la Premier League, pero tuve dos oportunidades de ir a la Liga.

Una vez estuve a punto de fichar por el Barcelona, cuando en su lugar decidieron fichar a Dani Alves. Si no hubiera fichado, me habría ido allí. En otra ocasión, estuve muy cerca de fichar por el Atlético de Madrid".

En la Lazio compartió vestuario con Paolo di Canio. ¿Qué le pareció?

"Paolo era una figura importante en nuestro vestuario. Estaba muy vinculado a la ciudad, al club y a la afición. Nos ayudó mucho, y era un jugador fantástico con un inmenso talento natural. Como comentarista, es igual. Siempre dice la verdad, ofreciendo opiniones sinceras sobre el equipo, los jugadores y los entrenadores".

¿Y en general? ¿Quiénes han sido los mejores jugadores con los que ha jugado y los más difíciles a los que se ha enfrentado?

"He tenido el privilegio de jugar al lado de talentos increíbles como Kaká, Seedorf y Ronaldinho, y de enfrentarme a jugadores como Messi, Iniesta y Henry. Podría seguir nombrando jugadores durante horas, porque son muchos. Es casi imposible destacar a unos pocos, porque todos eran excepcionales".

¿Y la Lazio esta temporada? ¿Algún pronóstico?

"No sé dónde acabará la Lazio, pero ha hecho un buen mercado de fichajes y ha contratado a jugadores de talento. Han traído a un nuevo entrenador, Marco Baroni, que lo hizo bien en clubes pequeños, pero dirigir a la Lazio será un reto mayor. El equipo es una buena mezcla de jugadores jóvenes y experimentados, y creo que pueden tener una temporada exitosa".

En cuanto al Milan, ¿cómo ve el impacto de Zlatan Ibrahimovic en la plantilla?

"Como aficionados, somos rápidos en criticar cuando las cosas van mal. Nos falta el equilibrio necesario en el fútbol: pasamos del entusiasmo cuando las cosas van bien a la dura crítica cuando no. Creo que es injusto juzgar después de sólo cuatro, seis semanas; necesitamos paciencia y debemos evaluar los resultados al final de la temporada".

¿Y qué hay de Paulo Fonseca...?

"No tengo toda la información para emitir un juicio adecuado, porque no estoy allí para observar su trabajo de primera mano. Por lo que he visto, el equipo se enfrenta a algunas dificultades tácticas, pero hay que recordar que el Milan ha cambiado a varios jugadores. Fonseca es un buen entrenador, de lo contrario no estaría al mando. Creo que hay que esperar a ver los resultados antes de sacar conclusiones".

¿Tiene algún consejo para el Scudetto?

"Para mí será difícil que algún equipo dé la sorpresa, porque los más fuertes siempre estarán ahí, luchando por los primeros puestos. Probablemente será una lucha por el título entre Inter, Milan, Juve y Nápoles. Si hay una sorpresa, diría que el Torino podría luchar por un puesto europeo la próxima temporada".

Ganar el Mundial o la Liga de Campeones, ¿qué fue más importante para usted?

"Creo que son las dos competiciones más importantes del mundo, la cumbre del fútbol de clubes y del fútbol internacional. Es difícil elegir, pero si tuviera que hacerlo, le tengo más cariño a la Liga de Campeones porque desempeñé un papel más importante en la conquista de esa competición. Sin embargo, formar parte del grupo que ganó el Mundial fue un sueño hecho realidad".

Usted estuvo en el Padova la temporada pasada y va a cumplir 10 años como entrenador. ¿Le interesaría marcharse al extranjero, Arabia Saudí, por ejemplo?

"Todo es posible. Mi experiencia me ha enseñado a no decir que no a ninguna oportunidad. Me gustaría entrenar en el extranjero en general, no sólo en Arabia Saudí. Quiero experimentar algo nuevo y desafiarme a mí mismo".

¿Y qué me dice de haber jugado con entrenadores de la talla de Carlo Ancelotti y Jupp Heynckes? ¿Cómo ha influido eso en su entrenamiento actual?

"Discutir ideas siempre es útil. No llamo a nadie en concreto, pero cuando nos reunimos, intercambiamos ideas, lo cual siempre es útil. También he observado a otros entrenadores. Para mí, no se trata de que un entrenador me influya: he desarrollado mis propias ideas.

He intentado aprender de cada entrenador, incluidos sus errores, para poder prepararme mejor y evitar repetir esos errores. Esto va más allá de la táctica; también tiene que ver con el trato con los jugadores y la gestión de una plantilla, ya que entrenar es un trabajo muy exigente".

¿Qué consejo le daría el entrenador Massimo Oddo al jugador Massimo Oddo?

"Yo fui un jugador que trabajó duro hasta el último día de mi carrera. Así que me diría a mí mismo que entrenara duro todos los días, que siguiera mejorando hasta el final y que nunca me conformara ni me diera por satisfecho."

Usted ganó el Mundial 2006 con Daniele de Rossi. ¿Qué le pareció su despido del Roma?

"Por eso mencioné antes que quiero trabajar en el extranjero: la situación aquí se está volviendo insostenible. Los clubes escuchan demasiado a la opinión pública. Un director deportivo o un presidente deberían elegir a un entrenador basándose en su visión y creer en él al 100% a lo largo del tiempo, en lugar de reaccionar a los resultados a corto plazo o a la opinión pública.

Los entrenadores sólo deben ser despedidos en dos casos: si el grupo ya no les sigue o si el entrenador pierde el control de la situación. Ninguna de las dos cosas ocurrió con Daniele. Es un problema común en Italia, y creo que debe cambiar".

¿Parece que ya se ha decidido a entrenar fuera de Italia?

"Me gustaría probar a entrenar en el extranjero, pero mi pasión es entrenar, y si llega la oportunidad adecuada en Italia, la aceptaría. Recientemente he tenido ofertas, pero las condiciones no eran las adecuadas. Cuando llegue algo bueno, estaré listo para aceptarlo".