Contracrónica: La fragilidad defensiva del Madrid contrasta con la solidez del Barça
En el duelo contra el Almería, los blancos remataron 15 veces, 8 de ellas a puerta y en esa estadística no se cuentan los palos de Benzema y Asensio, que no se contabilizan como chuts a portería. El potencial en ataque es descomunal, eso es algo evidente. Vinicius no ha bajado el ritmo en ningún momento, Benzema ha vuelto con ganas y acierto y Rodrygo, un fantástico jugador en crecimiento permanente, se ha sumado a la fiesta. Sin embargo, Militao, inconmensurable durante toda la temporada, ha empezado a titubear en estos dos últimos partidos. Rudiger tampoco está fino y Tchouameni, el tapón que tienen ambos por delante, no ha justificado de momento, salvo en el primer tramo de la temporda, la etiqueta que lleva colgada con el precio de 80 millones de euros. Tampoco los laterales van sobrados de eficacia defensiva. Camavinga ofrece brío y un timing casi perfecto en el tackle pero, al no ser el lateral izquierdo su posición habitual, también incurre en desajustes.
Analizando fríamente los números, el balance es demoledor. Mientras el Barça ha recibido 11 goles en contra en LaLiga durante toda la temporada su gran rival ha encajado 30 ¡Casi el triple! Al Madrid también le han marcado más goles que al Atlético (23), que a la Real Sociedad (29) y sólo uno menos que al Athletic de Bilbao (31) y dos que al Villarreal (32).
Curvas peligrosas
El aspecto ofensivo no supone ningún problema porque es el equipo más goleador de LaLiga con 69 tantos anotados, diez más que el Barça, pero con mucho motor y poco freno lo normal es estrellarse en la primera curva peligrosa que aparezca y las que vienen lo son. Ancelotti y sus ayudantes tienen mucho trabajo estos días para arreglar todos los desajustes, falta de concentración y relajación excesiva que han aparecido en los últimos partidos. Con dos títulos en juego, la solidez atrás es fundamental para poder aspirar a levantar algún trofeo, especialmente la Champions.