Los aficionados del Mainz critican el fichaje de Klopp por Red Bull
Utilizando un juego de palabras con el apellido de Klopp, los aficionados locales preguntaban "¿Estás loco?" y utilizaban una cita del exentrenador de su equipo: "Me gusta la gente hasta el punto en que me decepciona".
Una pancarta más grande, en grandes letras rojas, preguntaba a Klopp si había "olvidado todo lo que te dimos...".
Exjugador del club, Klopp entrenó al Mainz durante siete años, llevando al equipo a la máxima categoría por primera vez, antes de fichar por el Borussia Dortmund y más tarde por el Liverpool.
Klopp dejó de ser entrenador del Liverpool en verano, tras haber ganado varios títulos, entre ellos la Premier League y la Liga de Campeones.
En octubre, Klopp anunció que se incorporaría a la empresa de bebidas energéticas Red Bull, propietaria de clubes en Leipzig, Salzburgo y Nueva York, como responsable mundial de fútbol a partir de enero de 2025.
Su decisión de aceptar el puesto en Red Bull ha molestado a los aficionados alemanes, especialmente a los de sus antiguos clubes, el Dortmund y el Mainz, que desde hace tiempo sienten aversión por el RB Leipzig.
Algunos aficionados creen que el Leipzig, fundado en 2009, no cumple la regla alemana 50+1, que exige el control de los clubes por parte de sus socios, mientras que otros han criticado el modelo de propiedad multiclub utilizado por Red Bull.
Con su victoria en fuera de casa, el Leipzig, que aún no conoce la derrota en liga esta temporada, se coloca en cabeza de la tabla, al menos hasta que el Bayern de Múnich juegue en casa el sábado contra el Stuttgart.
El entrenador del Leipzig, Marco Rose, que jugó varios años a las órdenes de Klopp en el Mainz, descalificó las críticas de los aficionados como una opinión minoritaria.
"Hay 35.000 personas en el estadio, muchas de las cuales tienen una opinión. Creo que alrededor de 34.936 personas quieren a Klopp por el hecho de que marcó una época aquí, de que logramos algo grande juntos", dijo Rose.
"Cada uno tiene su vida en algún lugar y el derecho a decidir las cosas libremente y por sí mismo. No todo el mundo tiene que amarlo".
Rose añadió que: "(Él) ni siquiera se dio cuenta (de la pancarta), así que no puede haber sido tan salvaje".