Gabriela Anelli, hincha del Palmeiras de 23 años, resultó gravemente herida mientras esperaba para entrar en el estadio Allianz Parque de Sao Paulo. Según la policía militar, fue trasladada a un centro médico en estado grave, pero falleció dos días después.
"Gracias a todos los que rezaron por mi hermana, pero se fue a vivir con el padre en el cielo", dijo su hermano, Felipe Anelli, en Instagram.
En todos los partidos de la decimoquinta jornada del campeonato brasileño se guardará un minuto de silencio en honor a Anelli, dijo Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Añadió que habían estado trabajando con el gobierno federal y otros organismos pertinentes para combatir la violencia de los hinchas.
"El fútbol es pasión y no un espacio para la acción de criminales infiltrados entre los hinchas para practicar todo tipo de violencia", dijo en un comunicado.
Durante el enfrentamiento, la policía también fue atacada con botellas de cristal y utilizó gas pimienta para intentar restablecer el orden. Se coló en el estadio y el árbitro tuvo que detener el partido dos veces en la primera parte debido a que los jugadores sentían irritación en los ojos y la nariz.
"No podemos aceptar que una joven de 23 años sea víctima de la barbarie en un ambiente que debería ser de entretenimiento. Expresamos nuestra solidaridad con la familia de la chica del Palmeiras y exigimos una investigación rápida de este crimen", dijo el Palmeiras en las redes sociales.
"En una ocasión que debería haber sido una disputa puramente deportiva, una joven perdió la vida de una forma bárbara e injustificable que merece ser castigada con rigor", publicó el Flamengo en Twitter.
Un representante del Departamento de Operaciones Estratégicas de la Policía dijo el lunes que la persona responsable de lanzar la botella fue detenida y será acusada de homicidio intencional.