45 segundos y cuatro 'snaps' duró la primera temporada de Aaron Rodgers (39) con los New York Jets. La mala fortuna quiso que el quarterback californiano tuviese que abandonar antes de tiempo el campo tras ser derribado por Leonard Floyd, de los Buffalo Bills.

Los primeros exámenes, realizados en el mismo MetLife Stadium, hicieron que se colocase al ex de los Green Bay Packers en la lista de inactivos para el resto del partido. Las pruebas posteriores confirmaron los peores presagios: el cuatro veces MVP de la NFL se perderá toda la temporada por una rotura en el Aquiles.

Así lo comunicó la franquicia neoyorquina en sus redes sociales: "No es como ninguno de nosotros quería que fuera, pero sabemos que el compromiso que has asumido con este equipo seguirá impactándonos en el futuro. Que te mejores pronto, Aaron Rodgers", publicaron.

Afortunadamente para los intereses deportivos de los Jets consiguieron sobreponerse a la ausencia del '8' y vencieron a los Buffalo Bills 22-16 en la prórroga. Sin embargo, sin el legendario mariscal sus aspiraciones de pelear por una hipotética Super Bowl descienden de manera exponencial.

Dada su edad habrá que ver cómo se recupera Rodgers de una lesión tan grave. Se estima que la recuperación de una rotura total del tendón de Aquiles oscila entre los 9 y 12 meses para volver a competir al máximo nivel, pero los tiempos pueden variar en función del jugador.