Fallece Totò Schillaci, héroe de las "noches mágicas" de Italia 90
El mundo del fútbol llora la muerte de Totò Schillaci, fallecido a los 59 años a causa de una grave enfermedad de colon. Llevaba varios años en tratamiento y había pasado los últimos días ingresado en estado muy grave en el Hospital Cívico de Palermo.
Tras su hospitalización, su salud había mejorado ligeramente, tanto que había esperanzas de que pudiera salir adelante. Desgraciadamente, en las últimas horas, el estado del futbolista ha empeorado gradualmente. Este miércoles nos hemos levantado la noticia de su muerte.
Leyenda
Totò Schillaci se había convertido en una leyenda del fútbol italiano y mundial: se le recuerda por sus "noches mágicas" y sus goles en el Mundial de 1990, competición en la que la selección italiana quedó tercera, y en la que el delantero también ganó los títulos de máximo goleador y mejor jugador de la competición.
Ese mismo año quedó segundo en la clasificación del Balón de Oro, por detrás del alemán Lothar Matthäus, ganador con su selección del Mundial de Italia. El bombardero italiano vistió las camisetas del Messina, la Juventus y el Inter, así como la del Jubilo Iwata japonés.
"Tenía unas ganas de marcar goles como ningún otro", afirma Franco Scoglio, su antiguo entrenador en el Messina, asombrado por su habilidad y su hambre.
Los comienzos y el protagonismo nacional
Nacido y criado en el barrio obrero del CEP de Palermo, empezó a jugar en las categorías inferiores de un equipo humilde de la capital siciliana, antes de ser fichado por el Messina de la Serie C2 en 1982, con el que ascendió a la Serie B en 1985-86, anotando 11 goles.
Bajo la batuta de Scoglio y Zeman, Schillaci se convirtió en un auténtico bombardero de pura sangre, llamando la atención de la Juventus, que pagó al Messina 6.000 millones de liras en 1989.
El punto de inflexión bianconero
En su primera temporada en con la Vecchia Signora, se hizo rápidamente con la titularidad y marcó 15 goles en 30 partidos de liga, adquiriendo el apodo de Totò-Gol. De este modo, contribuyó de manera decisiva a la doble conquista por el club turinés de la Coppa Italia y la Copa de la UEFA.
Sus buenas actuaciones en la Juventus le llevaron a ser convocado por primera vez con la selección italiana en 1990. El seleccionador Azeglio Vicini lo incluyó en el combinado azzurro para el Mundial de Italia 1990. Allí se convirtió en héroe nacional.
La experiencia japonesa
Primero en el Inter, luego en Japón, así completó Schillaci su carrera como futbolista, sin dejar nunca de marcar.
En el Júbilo Iwata se convirtió en el primer futbolista italiano en jugar en la liga japonesa. También allí Schillaci se hizo un nombre, marcando en su debut y perforando la red 56 veces en 78 partidos.
"Sólo me queda un remordimiento: no haber vestido nunca la camiseta del Palermo. Lo habría hecho incluso gratis". Amor por su país, por su Palermo y por el fútbol: Totò Schillaci permanecerá en el corazón de todos los italianos, que se alegraron con él en las noches mágicas de Italia'90 y que sin duda lo recordarán con cariño.