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Entre sombras y luces, Nairo Quintana inicia la "segunda etapa" de su carrera

AFP
Iván Sosa (izquierda) y Nairo Quinta (derecha)
Iván Sosa (izquierda) y Nairo Quinta (derecha)AFP
Nairo Quintana quiere dejar atrás el "mal sabor" de un año "difícil", enlodado por un escándalo de dopaje que casi le cuesta la profesión. Asegura que empieza una "segunda etapa" en su vida con su regreso al Movistar, la escuadra que lo llevó de Colombia a la élite mundial.

Ante el primer nivel del deporte las bielas, el 'escarabajo' de 34 años desapareció en 2023 tras una sanción por consumir un analgésico prohibido llamado tramadol que lo dejó sin equipo y le hizo pasar "momentos difíciles", dice en conversación con la AFP en el municipio de Paipa.

Pero no fue así para sus paisanos en el departamento de Boyacá (centro), donde siguió escalando montañas a la espera de conseguir una segunda oportunidad.

Confiesa que fue "difícil poderse mantener en pie" pero asume con "tranquilidad" el Tour Colombia-2024, el primer gran reto luego de su regreso sorpresivo al Movistar Team, la escuadra española que abandonó en 2020 antes de que empezaran los dolores de cabeza, en medio de supuestos desencuentros con algunos de sus compañeros.

Es "bonito, es un regreso emocionante, que estábamos soñando, que estábamos trabajando para llegar a este día", dice, aunque con una corta sonrisa.

En septiembre de 2020, el hotel en el que se hospedaba el campeón del Giro de Italia (2014) y de la Vuelta a España (2016) en Marsella junto a su hermano Dayer fue registrado por las autoridades francesas como parte de una investigación por sospechas de dopaje, que a la fecha no ha dado resultados en contra de los Quintana.

En noviembre de 2022 recibió el mazazo más grande. El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ratificó una decisión de la Unión Ciclística Internacional (UCI) de descalificarlo del Tour de Francia de ese año por el uso de tramadol, cuyos efectos podrían causarle somnolencia en plena competición.

Quintana defendía su inocencia y apeló, pero el recurso fue rechazado.

Aguafiestas

El equipo galo Arkéa-Samsic, su casa por aquella época, rompió sus lazos con Nairo a finales de 2022 y el colombiano cayó en el limbo. Medios especularon con un supuesto veto hacía él en Europa y el año pasado dieron por hecho su retiro.

Desmintió esos rumores y el martes en el Tour Colombia volvió a sentir qué es festejar una victoria gracias a su compañero Fernando Gaviria, pero la alegría tuvo un aguafiestas: El mismo día se conoció que su exmédico y el de su hermano Dayer será juzgado en septiembre en Francia por supuestamente haberlos ayudado a doparse.

Nairo evita responder preguntas sobre el galeno y esquiva las relacionadas con la supuesta censura en su contra.

A continuación tramos de la entrevista:

P: Su regreso a Movistar fue una sorpresa, ¿Qué hizo posible ese reencuentro?

R: "Hemos tenido historias muy bonitas a lo largo de la carrera deportiva conjunta (...) hemos sido uno solo siempre (...) volver a casa fue lo más bonito que me pudo haber pasado en esta segunda etapa de mi carrera".

P: ¿Qué cambió en el equipo desde que usted se fue como un múltiple campeón y ahora que regresa para tener una segunda oportunidad?

R: Cambiaron "muchísimas cosas, pero (el equipo) mantuvo su ADN, su forma de trabajar (...) es un equipo más sólido con jóvenes que han venido haciendo unos años de experiencia y que este año van a dar un gran avance".

"Prácticamente todos los compañeros se han marchado, están tres corredores de los que estaban cuando me marché, pero realmente al regresar se siente como si siempre hubiese estado" aquí.

P: ¿Cómo fue el 2023 de un Quintana en el limbo?

R: Fue un "2023 lleno de muchísimo trabajo, sin dejar ni un momento para poder prepararme bien para cuando estuviera de regreso estuviera nivelado con los demás corredores (...) No tuve pausa, siempre estuve atareado (ocupado) y sobre la bicicleta todo el tiempo".

P: ¿Llegó a sentir temor de no regresar a un equipo de máxima categoría?

R: "Siempre es difícil poderse mantener en pie y esperar si algún día había una oportunidad, pero poco a poco me iba dando tranquilidad el poder hablar alguna vez con un equipo o con otro y ver la posibilidad que se tenía para regresar (...) cuando hablamos con Eusebio (Unzué) y empatizamos pues todo lo que podíamos seguir haciendo me dio muchísima emoción y muchísima tranquilidad".

P: ¿Sintió ser víctima de un veto?

R: "Hemos pasado momentos difíciles (...) realmente en lo que hoy me quiero centrar es en ese futuro (...) hemos pasado momentos difíciles, quiero pasar ese mal sabor".

P: ¿Fue cierta su intención de retirarse el año pasado?

R: Hay "siempre especulaciones y gente que se emociona con el dolor de los demás. Salimos a aclarar justamente que no tenía el deseo ni las ganas de retirarme (...) era un compromiso conmigo mismo".