El partido arrancaba frenético en ambas áreas, pero era Fraikin Granollers quien comenzaba mandando gracias a una superioridad numérica y tres goles consecutivos de Antonio García que castigaban los errores en el ataque portugués.
El FC Porto, sin embargo, se recuperaba rápido, respondiendo a la primera embestida vallesana e incluso poniéndose por delante (5:6). Con el paso de los minutos, el conjunto de Magnus Andersson se asentaba sobre el 40x20 del Polideportivo Ciudad Jardín, mejoraba sus prestaciones en defensa y empezaría a generar dudas en el ataque vallesano.
Pese a que Jan Gurri y Esteban Salinas conseguían ver portería por partida doble en el ecuador de la primera mitad y lograban el empate, el Oporto conseguiría marcharse definitivamente en el luminoso gracias a una gran defensa en 6:0 que el Fraikin Granollers iba a ser incapaz de superar.
Un parcial de 0:5 (del 12:12 al 12:17) desniveló el encuentro y, a la postre, acabaría siendo decisivo para el desenlace del partido. Las precipitaciones en el ataque del Granollers se empezarían a suceder y, con ellas, llegaron los contraataques del conjunto portugués, castigando una y otra vez la portería defendida por Marc Guàrdia.
Antonio García no era capaz de encontrar portería con tres lanzamientos exteriores errados y un siete metros de Torriani que Mitrevski se encargó de parar. Apenas dos goles – ambos obra de Esteban Salinas – logró anotar Granollers en los últimos siete minutos de la primera mitad, lo que permitió al Oporto coger una distancia prácticamente insalvable. Diogo Branquinho, Víctor Iturriza y Antonio Areia se encargaron de infringir un severo castigo a su rival, logrando parar el crono de la primera mitad en un contundente 14:25 favorable al Oporto.
Los 11 goles de ventaja iban a ser una losa muy grande para los de Antonio Rama en la segunda mitad, tratando de salir de vestuarios con otro ímpetu para recortar distancias. No sería posible, fruto de la contundencia de los portugueses, que se iban a mostrar impenetrables durante toda la segunda mitad.
La unidad ‘B’ del Oporto entró en escena y lo hizo con gran acierto, manteniendo el nivel de la primera parte y superando una y otra vez al Granollers. En frente, los de Antonio Rama iban a recurrir a los talentos más jóvenes de su plantel – como es el caso de Víctor Romero o el propio Jan Gurri- para tratar de agitar el árbol y recortar diferencias. También hubo cambio en la portería y entró en escena Rangel Luan, pero nada de eso surtió el efecto deseado para el equipo vallesano.
El vendaval ofensivo de los portugueses no cesó y el crono se paró con un 30:46 que reflejaba la superioridad del Oporto y su clasificación para la final de la primera edición de la Supercopa Ibérica, privando al Fraikin Granollers de mirar más allá del tercer puesto en la competición.
Su rival será el Barcelona, que se ha impuesto en la otra semifinal al Sporting de Lisboa.