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El Nápoles también es un rodillo en Europa y vence al Eintracht en Fráncfort (0-2)

Fabio Russomando (editado por César Suárez)
Di Lorenzo celebra con sus compañeros el segundo tanto del Nápoles
Di Lorenzo celebra con sus compañeros el segundo tanto del NápolesAFP
El Nápoles logró un importante éxito a domicilio contra los alemanes, que se quedaron con 10 jugadores durante más de media hora. Ahora, la histórica clasificación para cuartos está a un paso.

Tras la apabullante fase de grupos de los de Spalletti, saldada con cinco victorias en seis partidos disputados, el Nápoles estaba llamado a una prueba más importante, la del algodón, la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Eintracht de Fráncfort. Y el equipo napolitano respondió con una importante victoria por 0-2 en tierras alemanas.

Para los Azzurri era la primera ocasión para lograr un resultado histórico, la primera clasificación para cuartos de final de la máxima competición europea. Para alcanzarla, era necesario sentar las bases en suelo alemán con un resultado favorable. Y así fue.

Con el Calcio casi asegurado, los partenopei llegaron a Alemania con la etiqueta de favoritos. Osimhen y sus compañeros, tras un comienzo cauteloso que permitió a los anfitriones correr con el balón, aunque sin encontrar el camino hacia la portería de Meret, tomaron coraje y conciencia, empezando a jugar con soltura, como han demostrado que saben hacer también en Europa.

Kristijan Jakic y Victor Osimhen
Kristijan Jakic y Victor OsimhenAFP

Victori Osimhen (24) y Khvicha Kvaratskhelia (22) fueron las principales preocupaciones de los defensas del Eintracht, pero la primera ocasión real del partido llegó en el minuto 19, en un saque de esquina en el que Kevin Trapp (32) tuvo que intervenir de forma decisiva e instintiva tras un desvío cercano de un compañero.

Una ocasión que, probablemente, encendió el interruptor del equipo de Spalletti, que a partir de ese momento fue una espina clavada en el costado de la retaguardia alemana. En el siguiente saque de esquina, con un buen disparo lejano de Kvaratskhelia, potente pero centrado, fue desviado a córner por el guardameta del Eintracht.

Luego, en el minuto 35, con una acción arrolladora de Hirving Lozano (27) quien, con un balón filtrado desde el centro del campo, remató al poste con un disparo cruzado desde dentro del área. Y el balón suelto, aparentemente inofensivo para Tuta, se convirtió en un problema para el Eintracht. Justo cuando el defensa alemán se disponía a alejar la amenaza de su propia área, convencido de que estaba completamente solo, Osimhen se le anticipó por detrás y recibió una flagrante patada en la pierna. Un claro penalti que llevó a Kvaratskhelia al punto de penalti: el disparo del georgiano, sin embargo, fue adivinado por el defensa alemán, que lo desvió a córner.

Khvicha Kvaratskhelia, después del penalti fallado
Khvicha Kvaratskhelia, después del penalti falladoAFP

El penalti fallado podría haber cortado la racha de los Azzurri, pero sólo cinco minutos después llegó el gol. Lozano, otra vez recibiendo un pase en profundidad de Lobotka desde su propio campo, centró a Osimhen. El delantero no perdonó y anotó el gol del 1-0.

El gol jugó a favor del equipo de Spalletti, con más espacio para la velocidad de sus atacantes. Sólo un minuto después, la desventaja para los alemanes podría haber sido mayor si Lozano, en un calco del gol, hubiera evaluado mejor el pase para Osimhem: el que hubiera sido el segundo tanto del nigeriano, de hecho, no fue validado por un fuera de juego milimétrico del delantero.

En la segunda parte el dominio del Napoli nunca fue cuestionado, también gracias a la expulsión en el minuto 58 de Randal Kolo Muani (24) por una falta sobre Anguissa.

Randal Kolo Muani
Randal Kolo Muani AFP

Sin su mejor jugador (15 goles y 14 asistencias en su primera temporada con la camiseta del Eintracht), el Nápoles aprovechó y encontró el segundo en el minuto 65 con un disparo raso desde el borde del área de Di Lorenzo.

El equipo de Oliver Glasner (48), obligado a jugar más de 30 minutos sin su máximo goleador, intentó entonces reaccionar para limitar la desventaja e intentarlo todo en el partido de vuelta, pero los alemanes nunca fueron capaces de inquietar a la defensa azzurra.

Para el Nápoles se tratará ahora de perfeccionar la hazaña el próximo 15 de marzo en el 'Maradona' en el partido de vuelta: lograr una clasificación histórica, como parece ser el año actual del equipo de Spalletti, para una ciudad que sueña despierta.