No carbura el equipo azulgrana. Es una realidad en la que ha de trabajar un equipo que no lo es, que depende en exceso de Mirotic y de Laprovittola. Y si estos flaquean, no hay mucho más donde apoyarse ahora mismo. A pesar de contar con Vesely, Satoranksy o Higgins.
Pareció, eso sí, todo lo contrario, que el Barça iba a ser el de las grandes tardes europeas. Empezó fenomenal, de hecho. En las tres primeras acciones, con dos triples, sumaron 9 puntos. Y aprovechando la blanda defensa turca, metieron todo lo posible para escaparse 6-17 con cuatro puntos seguidos de Mirotic (min. 5). Una distancia que fue aumentando hasta un 10-26 (min. 8) con Vesely, Kalinic y Jokubaitis entrando en la zona como en su casa. Así de bien jugaba el cuadro catalán, que llegó a ganar de 17, pero se tuvo que conformar con un pequeño despertar rival protagonizado por Wilbekin (18-30).
Fue este quien metió con sus acciones y lectura a sus compañeros en el encuentro. Así se fue recortando distancias (26-33, min. 13). Jasikevicius ya barruntaba lo que estaba por llegar y paró el choque. Pero sus pupilos habían perdido el toque mágico y no hacían más que acumular errores y pérdidas ingenias. Sólo la falta de acierto de algunos rivales les permitió llegar al descanso con una ligera ventaja (37-40).
La defensa azulgrana, un coladero
Esa dinámica, a pesar del descanso, continuó en la reanudación. Al Barça le costaba horrores anotar y más aún defender en el perímetro. Un triple de Hayes-Davis y otro de Booker voltearon el marcador (47-46). Se recuperó un poco con Mirotic y Satoransky firmando un 0-7, pero en esos instantes Laprovittola no andaba nada fino. Y cuando se llegó al 55 iguales, de nuevo el apagón azulgrana. La dureza local, con Vesely quejándose de la misma, no la pudieron igualar y el Fener se marchó al final del último cuarto 61-56.
O se igualaba esa intensidad en el aro propio o la victoria peligraba. Sin embargo, Booker y Motley seguían haciendo diabluras bajo canasta (65-60, min. 33). Incomprensiblemente, Itoudis quiso ser protagonista y el técnico local ayudó al Barça a tener una vida extra con la técnica que recibió. Una airada protesta por una falta fue suficiente para activar el orgullo de Mirotic y Lapro, quienes empezaron a conectar. Con cinco puntos seguidos recuperaron la ventaja (min. 36) 67-68.
Esa fue la última ventaja. A partir de ahí, Wilbekin y Guduric se hicieron dueños del tempo del encuentro. Mirotic pidió el balón pero lo falló todo, lo fácil y lo difícil. 75-68. Y si bien Laprovittola anotó un triple que dio algo de esperanza, los tiros libres sentenciaron el duelo a favor de los otomanos por 81-73. Segunda derrota consecutiva en Euroliga del Barcelona, tercera si añadimos la de la ACB.
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