Francesco Bagnaia era el gran rival a batir tras un fin de semana inmaculado, y es que lideró cada una de las sesiones previas a la carrera definitiva. Como la mayoría de los pilotos, optó por el neumático duro en la rueda delantera y el medio en el trasero, mientras que Jorge Martín se decantó por este último en ambas ruedas. Una decisión arriesgada por parte del madrileño, que dejó la penalización sin efecto tras protagonizar un brillante inicio.

Entretanto, Álex Rins se despedía de la carrera tras perder el control de la moto en una curva (como Joan Mir después) y Pedro Acosta ganaba posiciones hasta situarse quinto, aunque el botín le duró poco por el adelantamiento posterior de Fabio Di Giannantonio, que arrancó sexto. Este último se convirtió, por momentos, en la gran pesadilla de los españoles al rebasar a los Márquez, a Maverick Viñales y al citado corredor murciano. 

Uno de los nombres propios del día era Marc, que había dejado buenas sensaciones en la jornada previa pese a abrazar el suelo por enésima vez. El flamante fichaje de Ducati recibió un aviso por track limit y se resignó a frenar algo más de la cuenta, aunque entonces ya estaba cerca de un podio para el cual era candidato. También aprovechó la situación de Viñales, algo más incómodo que en los días anteriores.

Sólo una vuelta bastó para que la diferencia entre Bagnaia y Martín alcanzara el medio segundo, una cifra que incluso se triplicó cuando restaba la mitad de la cita. Sólo un error del vigente campeón podía cambiar el rumbo de este nuevo capítulo por el título, una situación que, como era de esperar, no se produjo. Así, la distancia entre ambos se reduce en cinco puntos, de modo que Pecco se sitúa a 10 de la cabeza.

La verdadera batalla

Aunque las miradas apuntan a esa frenética lucha, lo cierto es que habrá que esperar a otros escenarios para ver una pugna más igualada (Alemania, Gran Bretaña y Austria, siguientes paradas en el calendario). En la catedral de la velocidad hubo un rey claro, así que los focos se trasladaron hacia el pulso por el podio, con Márquez y Di Giannantonio como dos de los aspirantes a ese meritorio tercer puesto -precisamente donde el de Cervera quiere asentarse en la general-.

Pero si alguien pensaba que no había más invitados a la fiesta, desde luego que se equivocaba: Viñales aún estaba en la pelea y Bastianini, que venía muy fuerte, ganó enteros a medida que se acercaba la resolución. Un error de Fabio le obligó a decir adiós al bronce, en manos del representante de Aprilia con siete vueltas por delante. El '12' aguantó ahí durante un rato, aunque la amenaza de su futuro compañero se convirtió en una realidad. Enea, por cierto, había empezado undécimo.

La peor noticia de la jornada dominical fue el inesperado tropiezo de Acosta, quien estaba en disposición de sumar y se fue al suelo cuando ya se aproximaba a la bandera a cuadros. La sensación también es de lo más agridulce para el bueno de Maverick, que era cuarto a unos metros de la meta y cedió ante el todavía miembro de Gresini tras irse en una curva -y a eso se suma también una sanción, por lo que terminó sexto-.