En todo caso, el primer protagonista de los Libres 3 fue un lagarto. Así como leen.
Su presencia en mitad de la pista provocó una bandera roja durante 10 minutos. No es que los pilotos tuvieran mucha prisa por salir, pero a los comisarios les costó un buen rato poder sacar al reptil de la pista. Y eso que el animal no contaba con DRS ni alerones ni nada parecido...
Una vez que los coches pudieron volver con seguridad al trazado, fue Verstappen quien comenzó dominando la tabla de tiempos. Pero seguía quejándose de cierta inestabilidad, si bien acabó cuarto, nada que ver con el 15º del viernes. Luego, ya superado el ecuador de la sesión, Leclerc se puso primero. Sainz se le acercó, sin poder superar a su compañero. Ambos, sin embargo, se quejaron de falta de agarre y se colocaron justo detrás del neerlandés de Red Bull.
Cuando Leclerc dominaba, aún quedaban 20 minutos de entrenamientos. Fue el momento en el que todos se pusieron las pilas para afinar su puesta a punto de cara a la clasificación. Esto es, a calzar neumáticos blandos. Fue Russell, que había sufrido algún susto anterior, quien ya realizó un buen crono, mejorando en seis décimas el mejor tiempo de los Libres 2 (1:30.125)... hasta que llegó Norris y puso orden bajando de 1:30.
Ya nadie pudo con él. La superioridad del inglés y de su McLaren fueron más que representativas. A Sainz, por ejemplo, sexto, le sacó más de un segundo de diferencia.
Alonso, por su parte, finalizó 10º, tras los Williams de Albon y del argentino Colapinto, y deberá luchar mucho, y arriesgar más aún, para poder colarse en la Q3. Esencial si quiere puntuar el domingo en este enrevesado circuito. Del mismo modo que el mexicano Sergio Pérez, 15º en un mala mañana.