El siete veces campeón del mundo, que no ha ganado una carrera desde 2021 dijo que estaba luchando duro para que el equipo terminara segundo en el Mundial de constructores, pero que las grandes mejoras tenían que llegar la próxima temporada.
"Es difícil en fines de semana como este, particularmente cuando el coche daba las mismas sensaciones que el año pasado, rebota y derrapa".
Hamilton logró terminar por delante de Carlos Sainz, de Ferrari, pero fue superado por Charles Leclerc, de la escudería italiana, y por los dos McLaren. Su compañero de equipo George Russell terminó séptimo.
Dijo que Mercedes había tenido en cuenta las opiniones de los pilotos. "Creo que todos los puntos que George y yo damos han sido totalmente escuchados", dijo a la televisión Sky Sports en Suzuka.
"No tengo ni idea de dónde va a estar el coche el año que viene, pero estamos muy, muy lejos. Los próximos seis meses tienen que ser los mejores seis meses de desarrollo que hayamos tenido nunca para cerrar esa brecha, para estar realmente golpeando la puerta", dijo el británico.
Después de que McLaren, con motor Mercedes, terminara segundo y tercero con Lando Norris y Oscar Piastri, Hamilton dijo que Mercedes tenía que mirar bien.
"No podemos hacer la vista gorda. Tenemos que mirar lo que han hecho e ir en esa dirección. Esa es la dirección. Pero creo sinceramente que mi equipo puede hacerlo", afirmó.
"Siempre hemos sido muy buenos poniendo carga aerodinámica en el coche, es sólo que con la forma en que nuestro coche funciona actualmente, añadir carga aerodinámica no funciona, sólo hace que rebote más".
"Esperemos que con el cambio de filosofía volvamos a estar donde el equipo se merece porque este es un equipo campeón del mundo", añadió.