"La frustración y rabia que siento no se irán fácilmente", ha comenzado diciendo en la rueda de prensa oficial el piloto español de Ferrari, que aún acumula más frustración viendo el gran ritmo que su coche este fin de semana.
Y a continuación ha pasado al ataque. "Un problema de seguridad en el circuito destrozó mi coche. Mis mecánicos debieron invertir cinco horas en construir un coche nuevo, y luego recibimos una penalización de diez puestos por algo que no tiene nada que ver con nosotros. Esperaba más del deporte en esta situación".
Pero no sólo la decepción viene por las obsoletas normas de la FIA o por los rectores de la F1 sino por cómo otros equipos han presionado lo indecible para que no pasasen por alto que, entre los arreglos que hubo que hacer, tuvo que cambiar la unidad de batería. Y al ser la tercera, conllevaba sanción. Pero sin ser su culpa ni la de su escudería.
"Este año se ha demostrado que este deporte puede cambiar en varias situaciones. Sí me sorprende que quien hace las reglas no tenga el poder, en un caso de fuerza mayor, para regular por encima cuando algo está tan claro que no depende ni del equipo ni del piloto. Pero hay equipos rivales que aprietan para que reciba una penalización".
Ahí está el quid de la cuestión. Es mucho dinero lo que está en juego y algunas escuderías rivales de Ferrari quieren sacar tajada de esto. "Estoy extremadamente decepcionado y enfadado con toda la situación. Y de mal humor, esperaba más del deporte", ha vuelto a reiterar Carlos Sainz.
Apoyo de dos pesos pesados
En esa frustración de Sainz han entrado también a opinar Fernando Alonso y el tricampeón mundial Max Verstappen. "Las reglas deben cambiar para casos así", ha dicho el holandés. El asturiano, por su parte, ha reconocido que hay rivales "a los que les va bien que puntúe menos" y por eso "guardan silencio".
Toca remontada
En vez de estar luchando con Leclerc y con Verstappen por la victoria, Sainz tendrá que intentar remontar desde la zona media, con el riesgo que ello conlleva. "Me toca remontada y trataré de llegar arriba. Tenemos ritmo, desgastamos un poco menos el neumático delantero, hay bastante graining para todos y veremos si es una o dos paradas, será difícil calentar el neumático, y luego ver si es fácil adelantar porque esperábamos que fuese más fácil y está siendo más difícil, es complejo seguir el coche de delante", ha comentado.
Por lo menos, le queda el consuelo de que el coche responde a la perfección. "Hemos estado volando en cada sección, excepto en las curvas 1 y 2. Espero adelantar aunque no sé a qué ritmo".