Cinco minutos de tormenta de Asensio y Vinicius llevan la calma al Real Madrid (2-0)
Salió Ancelotti con una nueva CMK en el centro del campo, Ceballos-Modric-Kroos, como fórmula para batir al Valencia de Voro. También apareció Asensio como alternativa a Rodrygo para remediar la falta de gol que tanto acusó el Madrid ante la Real Sociedad.
A punto estuvo de conseguirlo a los tres minutos cuando se presentó, gracias a Modric, delante de Mamardashvili y no precisamente para darle las buenas noches. El mallorquín, sin embargo, pecó de zurdo y su disparo mordido con la diestra lo sacó el meta con una fantástica mano.
Poco después tuvo otra ocasión clarísima. Benzema se quitó de en medio a Diakhaby con un taconazo con el timing perfecto para Asensio, cuyo disparo encontró a Gayà, que vio recompensado jugarse el tipo por los suyos.
A falta de Vinicius, bien anulado por Foulquier, era la conexión Karim-Marco la única alternativa válida en ataque, aunque sin acierto. Tampoco lo tuvo el francés cuando Gabriel se adelantó por un flequillo a un centro de Asensio que olía a gol. El empate desesperaba a los de Ancelotti.
Lesión de Militao
Para colmo de males, se lesionó el central brasileño, duda para el Mundialito, y los blancos se deprimieron. El Valencia, bien colocado atrás con un 4-4-2, sin perder el sitio, intentó algún acercamiento a los dominios de Courtois. Nada del otro mundo, la verdad. Demasiado ocupados estaban Castillejo y Lino en tapar sus bandas. A Cavani ni se le vio. Hasta Musah salió como segundo delantero sólo para presionar al medio campo rival.
Gol anulado a Rudiger
Sufría el Madrid porque no encontaban la manera de adelantarse. Hasta que Modric sacó un córner y Rudiger remató ajustado al palo para besar las mallas. Por fin, pensó el Bernabéu. Pero Alberola Rojas, instado por el VAR, anuló el tanto por manotazo de Benzema a Yunus Musah. No iba el balón por esa zona, pero en estos tiempos que corren, te pillan todas. O casi. Y al capitán le pillaron.
A la tercera, ¡Asensio!... y Vinicius
El guion era demasiado parecido al último choque en Chamartín, con dominio y llegadas sin premio. Hasta que se desató la tormenta perfecta. En el minuto 51 Asensio, que se había quedado con las ganas, pidió el balón a gritos. Como si leyera el futuro, él ya sabía lo que pasaría si recibía. Y recibió. Y miró a la portería. Y se preparó el disparo. Y lo metió por la escuadra. Qué golazo, qué chicharrazo. Renovación ya.
Sólo tres minutos después, Vini, en su partido 200 de blanco, por fin apareció. Comenzó a correr desde su campo, Benzema lo vio y puso el balón al espacio. Ahí que apareció Usain Bolt para dejar atrás a Gabriel Paulista y a Diakhaby, y batir a Mamardashvili.
Y aún pudo ser peor para el Valencia si el georgiano no hubiera sacado en el siguiente ataque un remate de Modric. El rechace le llegó de nuevo al croata, cedió a Benzema pero Diakhaby apareció en boca de gol para despejarlo milagrosamente. En el disparo pareció lesionarse en el cuádriceps y tuvo que retirarse. Otro susto como el de Militao. O peor.
Gabriel Paulista, a la calle
Con el 2-0 y los de Ancelotti desatados, a Gabriel Paulista se le fue la olla. Fue ver a Vinicius y rematarlo como si fuese un balón. La patada, criminal. La roja pareció hasta poco castigo para el central, que se encaró con el propio Vini, con Rodrygo y hasta con un Militao que salió del banquillo para recriminarle la entrada.
Con ese feo gesto, ahí se acabaron las esperanzas valencianas, si es que las había sin tirar a puerta. Sí probaron Valverde y Rodrygo la clase de Mamardashvili, que tiene muchísima. Pero él solo no va a salvar a un Valencia muy pobre al que Voro no le pudo cambiar la cara.
Dio tiempo hasta para que el Bernabéu le dejase claro a Florentino Pérez que hay que renovar a Ceballos cueste lo que cueste. Como a Asensio, otro que se reivindicó con una gran segunda parte.
Jugador Flashscore del partido: Marco Asensio (Real Madrid).
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