Rui Costa triunfa en Lekunberri en una nueva exhibición, pero sin premio, de Evenepoel
Evenepoel, después de mostrar su apoyo a los afectados por el terremoto de Marruecos, país de su mujer, quiso rendirles homenaje buscando nuevamente la épica. Si no tuvo suficiente con su enorme triunfo de ayer, el belga lo intentó nada más darse la salida.
Fue cazado pronto, pero lejos de desanimarse, cada pocos metros lo volvía a intentar. Y cuanto más le daba caza el pelotón, más lo volvía a probar el campeón de la pasada edición de La Vuelta. Una insistencia que le volvió a salir bien. Ya fuera por pesado o por potencia, Evenepoel consiguió marcharse en su enésimo ataque, en el Puerto de Lizarraga, si bien le acompañaron en la fuga definitiva otros 19 ciclistas. Con ellos, algunos peligrosos como Juanpe López, Rui Costa o Santi Buitrago.
La diferencia con el pelotón, donde estaba el líder y mandaba el Jumbo, rondaba los tres minutos a 50 km. de meta, antes de la primera ascensión al Puerto de Zuarrarrate.
Rui Costa y Buitrago, los más fuertes
En el grupo de delante, mientras, Buitrago, Rui Costa y Janssens consiguieron abrir un pequeño hueco respecto a Eveneopoel y el resto de fugados. El belga no quiso hacer el trabajo en solitario para perseguirles y buscó, sin encontrarlo, algún apoyo para cazar a los tres avanzados, de los que se vino abajo Janssens. Pero el único que aceleró fue Kämna, que logró conectar con el colombiano y el portugués en cabeza de carrera. Entre los tres se jugarían el triunfo.
El alemán se mostraba fortísimo y arriesgó en los últimos kilómetros, incluso abriendo un pequeño hueco, pero en una curva en bajada, se salió de la carretera y se cayó. Por fortuna, sobre la hierba.
Pudo continuar e incluso volver a conectar en los últimos 1000 metros porque Rui Costa y Buitrago dejaron de pedalear y comenzaron a mirarse a ver quién atacaba a quién.
Sangre fría de los tres, que esperaron a los últimos 150 metros para esprintar con el caníbal Evenepoel pisándole los talones. Y ahí, el más fuerte en ese mini sprint fue Rui Costa, que hasta pudo levantar los brazos en la línea de meta como vencedor.