La cronoescalada del martes, donde Vingegaard dio una exhibición como las de antaño en la Grande Boucle, se le hizo durísima al joven ciclista granadino. Tanto, que perdió la tercera posición en la general. 

Pero no parecía haber problema. Apenas eran cinco segundos los que había que recuperar. Y había una etapa reina esperándole este miércoles. Sin embargo, ha ido peor aún para Carlos Rodríguez, que ha perdido 1:11 con respecto a Adam Yates. 

"No doy por perdido el podio. Es el Tour, una carrera muy dura en la que hasta Pogacar, uno de los más fuertes, puede tener un mal día, como se ha visto hoy. No se sabe nunca quién puede fallar, espero que no sea yo", ha comentado tras la finalización de una etapa en la que el esloveno se ha dejado sus ya escasas opciones de victoria. 

Pero a Rodríguez lo que le interesa es lo alcanzable, y eso es subir al cajón en los Campos Elíseos. Si bien, otra pájara le podría incluso despojar del cuarto lugar, amenazado por el otro Yates. 

Habrá que ver cómo recupera del esfuerzo de estos dos últimos días y cómo afronta la penúltima etapa, que será la única en la que pueda volver a atacar. Lo tiene difícil, pero no imposible.