Esta 16ª etapa, entre Livigno y Monte Pana, ya había sido recortada del legendario Stelvio, que debía ser el techo de este Giro, debido al riesgo de avalanchas.

Sin embargo, al comienzo de la etapa, la carrera aún tenía que pasar por la cercana cumbre del Giogo del Santa Maria, a 2.498 metros de altitud.

Sin embargo, tras dos semanas agradables, las previsiones meteorológicas para el Giro del martes son malas, lo que ha llevado a los organizadores (RCS), en consulta con los representantes de los ciclistas y de los equipos, a adoptar medidas especiales.

"Si las condiciones meteorológicasson normales, la carrera se desarrollará como estaba previsto", indicó RCS en un comunicado, pero con algunas adaptaciones para los ciclistas, como autorizar el repostaje hasta 10 km de la meta y permitir que el coche escoba "distribuya ropa adicional para la lluvia/frío".

Si las condiciones empeoran, "se creará una zona de aparcamiento en la cima del Giogo di Santa Maria para dar a los ciclistas la posibilidad de cambiarse". La carrera se neutralizará durante 3 minutos".

Una decisión inmediatamente criticada por ciclistas como el alemán Simon Geschke.

"¿Tres minutos? No sé qué tipo de circo nos está preparando RCS. Creo que se va a convertir en un caos ridículo. Será mejor que sigamos. Una prueba más de que a los ciclistas no se nos toma en serio", escribió en la red social X.

Por último, en caso de condiciones meteorológicas extremas, "la etapa será neutralizada a un lugar donde se reúnan las condiciones de seguridad", según indicaron también los organizadores de la RCS.

Tras dos semanas de carrera, el esloveno Tadej Pogacar lidera la clasificación general con casi siete minutos de ventaja a falta de seis etapas para la llegada a Roma el domingo.