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Las Guerreras estarán en el Mundial tras derrotar a Austria (26-24)

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Silvia Arderius se dispone a lanzar a la portería austríaca
Silvia Arderius se dispone a lanzar a la portería austríaca@RFEBalonmano
La selección española femenina de balonmano disputará el Mundial de Dinamarca, Noruega y Suecia después de vencer 26-24 a una combativa Austria que puso, por momentos, contra las cuerdas a las Guerreras, en las que Silvia Arderius fue clave.

Tenían que ganar y ganaron. Parecía fácil, pero no lo fue en absoluto. Los nervios, la responsabilidad, la presión de no fallar. Todo eso influyó en las pupilas de José Ignacio Prades, que no dieron su mejor nivel hasta la segunda mitad después de irse al descanso perdiendo (11-12).

Las españoles volvieron a padecer, como en la ida (28-28) de muchos problemas ofensivos, sin capacidad de desborde ni velocidad ni tampoco con la fluidez necesaria para encontrar a las extremos y romper por ahí. E intentarlo por el centro era chocar contra el muro físico de las austríacas, más fuertes, más altas.

Esos inconvenientes fueron mermando confianza y también se empezaron a notar en defensa, donde Katatina Pandza se mostraba imparable. Cuatro goles anotó ella sola en el primer tiempo. Había que buscar soluciones, y pronto con un peligroso 8-10.

Ahí es donde apareció Silvia Arderius. La jugadora del BM Costa del Sol Málaga tomó la responsabilidad en ataque, le dio otro aire a la dirección de juego y protagonizó así un 3-0 con el que las cosas volvieron a su cauce.... temporalmente, porque entre las paradas de Blazek y las dianas de Padnza, se pusieron otra vez por delante. 

Arderius volvió a acabar con la sequía

Los nervios atenazaban a las Guerreras, venidas a menos a pesar del empuje de la grada antequera del Argüelles. Durante los primeros cinco minutos tras la reanudación, no hubo forma de marcar. Pero al menos se contuvo en defensa a las lanzadoras centroeuropeas. Gracias especiales a Merche Castellanos, el muro, Austria no se escapó definitivamente. 

Aun así, se necesitaba algo más porque el final se acercaba y el electrónico señalaba un 15-17 preocupante. Ahí de nuevo apareció Arderius. Dijo que el balón era suyo, anotó cuatro goles y repartió juego para que sus compañeras hicieran el resto con un 6-2 de parcial para poner un 21-19.

Cuando ya estuvo el trabajo hecho, y sólo entonces, Silvia fue relevada para que otras Guerreras pudieran cerrar la clasificación para el Mundial con un 25-21, que se convirtió en el definitivo 26-24 tras el último estirón del rival.