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España empieza la reconquista del Mundial sin dar opción a Costa de Marfil (94-64)

Daniel Núñez
Aldama, uno de los debutantes en el Mundial, intenta taponar.
Aldama, uno de los debutantes en el Mundial, intenta taponar.YASUYOSHI CHIBA / AFP
El combinado dirigido por Sergio Scariolo, uno de los grandes favoritos para alcanzar la gloria, cumplió con nota en su primera cita frente a un rival que, en palabras del propio seleccionador, se presentaba "imprevisible".

España tardó unos segundos en mostrar buena parte de su arsenal: triple de Juancho Hernangómez en la acción inaugural para poner la primera piedra de un contundente parcial (9-0). Maxence Dadiet anotó la primera canasta de Costa de Marfil y Vafessa Fofana trató de liderar un ademán de reacción para comprimir la diferencia en el marcador. Las facilidades defensivas de unos y la menor intensidad de los otros, por el propio guion del encuentro, permitió ver un partido con bastante ritmo.

El entrenador nacido en Italia se mostró muy intervencionista para dosificar esfuerzos y dio entrada a Rudy Fernández, que ya sabe oficialmente lo que es jugar cinco Mundiales. La Familia se encargó de mover rápido el balón para tener situaciones fáciles de tiro, algo constante durante los 40 minutos. El público concentrado en el Indonesia Arena supo desde el principio quién iba a ganar esta segunda batalla del Grupo G (tras la paliza de Brasil a Irán), pero al menos disfrutó de una gran actuación colectiva y, sin duda, individual por parte de Willy Hernangómez (22 puntos, cinco rebotes y una asistencia).

Álex Abrines protagonizó el mayor susto al ser reemplazado debido a un golpe en la rodilla. Aunque habrá que esperar algunas horas para conocer el alcance exacto, todo parece indicar que se trata de una mera contusión sin nada que lamentar. Se retiró del parqué con gestos ostensibles de dolor después de haber puesto su firma en tres triples (intentó cuatro). No llegó, sin embargo, a la perfección de Víctor Claver -nueve tantos y pleno desde la línea exterior-.

Bazoumana Kone (11P y 3R) y Jean-Philippe Dally (10P, 2R y 1A) tiraron de orgullo para frenar la imparable sangría. Ambos, y algún que otro jugador más, se aprovecharon de la progresiva reducción de revoluciones (tanta que hasta Scariolo tuvo que intervenir, con un tiempo muerto, para poner fin a las constantes pérdidas). Con hasta 32 unidades de desventaja (71-39), el conjunto africano se reivindicó y se acercó hasta un igualmente amplio 82-60, aunque el último arreón del cuadro que actuaba como local se tradujo en el definitivo 94-64.

Todas las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.