Darío Brizuela (28) y David Kravish (30) son los dos últimos jugadores de Unicaja que han renovado sus respectivos contratos. El escolta llegó a estar en la rampa de salida meses atrás y ahora es fundamental, mientras que el pívot asumió un papel todavía más importante cuando Augusto Lima cayó lesionado. Fue precisamente en Badalona, contra el Real Madrid, donde consiguió firmar su mejor actuación.
Mi familia y yo estamos muy emocionados. Nos encanta el club, la ciudad, la gente, mis compañeros y los entrenadores. Son increíbles. No tengo palabras suficientes. Estoy muy emocionado", destacó el americano, quien también destacó lo importante que es tener "consistencia" y "estabilidad". Hizo referencia, por otro lado, a la unión de una plantilla dispuesta a seguir soñando.
"Han sido ocho temporadas, ocho equipos diferentes y siete países. Vas cambiando, no sabes dónde vas a estar cada año. Acabar en un sitio y un club como éste, en el que todas las piezas encajaron... No puedo decirte cómo de felices estamos. Si hubierais visto a mi mujer cuando firmamos el contrato, su felicidad estaba a otro nivel", comentaba el internacional con Bulgaria.
Darío priorizaba en continuar
"Mi familia y yo estamos muy contentos de seguir aquí. Desde el principio de temporada nuestra idea era continuar, aun con todas las dudas de cómo iba a ser el año. Pero por cómo ha ido todo estamos más que contentos de poder seguir. Por las circunstancias que han rodeado a mi familia este año, estamos más felices todavía de poder seguir en Málaga. Estoy muy agradecido al club por la oportunidad que me dieron y por la de seguir tres años más", comentó Brizuela en rueda de prensa.
Destacó también el hecho de que sigan los jugadores y que continúe Ibon, que para él ha sido "un factor muy importante". Respecto al futuro a medio plazo, apuntó lo siguiente: "Si hemos conseguido todas estas cosas buenas en tan pocos meses, ver que sigue el proyecto y que vamos a tener dos o tres años en los que todo el mundo continúa, pues es una oportunidad única. Estamos construyendo algo muy bonito y es una situación idílica para un jugador".
"Estoy madurando como hombre. Yo llegué aquí con 24 años recién cumplidos y venía de una situación un poco extraña, en la que me había visto envuelto en lo que es el negocio de este deporte; desde entonces hasta ahora he madurado un montón como persona. Me he casado, he sido padre… estoy viviendo una etapa muy importante de mi vida en Málaga, en todos los sentidos", agregó el ex de Estudiantes, quien explicó que ese crecimiento también se ha desarrollado sobre el parqué.