El Real Madrid mete la directa hacia la final ACB ante un Barça mejorado (104-98

El Real Madrid pone la directa hacia la final ante un mejorado Barça (104-98)

Llull celebra un triple ante la preocupación de Laprovittola
Llull celebra un triple ante la preocupación de Laprovittolaacb Photo / S. Gordon
El Real Madrid, con la vieja y la nueva guardia, la de Musa y Hezonja por un lado, y la de Llull y el Chacho por el otro, volvió a derrotar al Barcelona para poner el 2-0 en la semifinal y obligar a su eterno enemigo, donde la conexión checa no fue suficiente, a remontar un imposible si quiere seguir luchando por el título de la ACB.

Después de lo acontecido en el primer duelo, con una clara superioridad del Real Madrid, se intuía un cambio drástico en el Barcelona si no quería salir herido de muerte del Wizink Center. Una cosa es perder y llegar al Palau con un 2-0 en contra, y otra cómo pierdes, la imagen que ofrezcas. Esa la mejoraron los azulgrana, si bien no fue suficiente para robar el factor cancha. Y eso que esta vez sus porcentajes fueron excelentes (30/49 T2 -61 %- y 8/17 T3 -47 %), pero es que los del rival tampoco le fueron a la zaga sumando, además, mucho más desde el perímetro (20/32 T2 -62 %- y 13/32 T3 -40 %-).

Desde el 0-5 inicial, los de Grimau salieron a correr más que el Madrid, a meterle más ritmo, más intensidad y a no abusar del perímetro salvo que fuera necesario. En la primera mitad, sólo dos intentos y un triple. El resto de sus 40 puntos, gracias a un acierto superior al 60 % y a tres tiros libres. 

Aun así, después de unos buenos primeros diez minutos, con positiva aportación de Hernangómez, titular, y de Vesely y de una defensa que maniató a los tiradores blancos, al descanso se marchó por debajo, 44-40. ¿Por qué? Porque los de Chus Mateo cuentan con Llull. Y cuando éste entra en ebullición, es imparable. 13 puntos anotó el de Mahón en ese segundo cuarto. También ayudaron a adquirir esa ventaja local las nueve pérdidas blaugranas. Y la visión de juego de Hezonja. Demasiada dinamita ante un Barça en el que siguen sin entenderse las rotaciones de Grimau. Brizuela y Jokubaitis ni jugaron.

Un rodillo blanco

Como si quisiera romper definitivamente el choque, salió el Madrid tras el descanso como un vendaval, con un 8-0 y una sensación de superioridad que sólo parecía cuestionar Vesely. Con Musa inspirado, y con 'Supermario' ayudando en todo, la distancia ya era considerable (67-53, min. 26).

Musa celebra una canasta
Musa celebra una canastaacb Photo / S. Gordon

Pero Satoransky no estaba por la labor de que el partido se acabase tan pronto. Comenzó a rebotear y a repartir juego, y el Barça volvió a creer con un 0-7... hasta que recibió un par de 'bofetones' de la vieja guardia: un triple del Chacho y otra mandarina made in Llull sobre la bocina pusieron a los madrileños con +11 a diez minutos del final (73-62). 

Parecía todo encarrilado cuando la distancia creció hasta los 17 (87-70, min. 33). Pero como decíamos antes, la imagen de los culés mejoró ostensiblemente respecto al primer choque e impidieron el paseo del rival... aunque no el triunfo por 104-98, que pone al Real Madrid a uno más de la final de la liga ACB. 

Los mejores

El máximo anotador del encuentro fue Jan Vesely, con 24 puntos, aunque el mejor fue Satoransky, autor de 15 puntos y 11 asistencias que le valieron para sumar 26 créditos de valoración. Por parte del Real Madrid, fue Hezonja con 23 créditos el más completo gracias a sus 12 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Llull y Musa sumaron 18 puntos cada uno y Tavares otros 12 con 9 rebotes. 

Centro de estadísticas del Real Madrid-Barcelona.