500 millas: Alex Palou roza la proeza en Indianápolis tras una remontada soberbia
La mítica prueba celebrada en el Indianapolis Motor Speedway vivió un final emocionante, con tres banderas rojas en las últimas 16 vueltas. La primera de ellas fue provocada por Rosenqvist cuando iba segundo. La segunda, en la resalida, por O’Ward cuando iba líder y la última llegó por un accidente en la penúltima relanzada en medio del grupo.
En el tramo final todo quedó en un mano a mano entre Rosenqvist y Newgarden. En la última vuelta el sueco no pudo aguantar el empuje del de Tennessee, que aprovechó mejor los rebufos y luego los negó con su Penske para tomarse un merecido trago de leche, la bebida de los ganadores en la legendaria carrera.
Por detrás de ellos quedaron Ferrucci y Palou, cuarto, que sobrevivió a un bochornoso choque de VeeKay a la salida boxes. El español se lamentaba de la oportunidad perdida: “Ha sido un día difícil para mí y para el equipo. Teníamos un coche rápido”.
Un toque absurdo contra Palou
El momento tenebroso para Palou llegó antes del ecuador de la prueba. Sting Ray-Robb provocó la primera bandera amarilla en la vuelta 92 y al abrirse los pit todos entraron. En la salida VeeKay perdió el control de su monoplaza y golpeó de manera absurda a Palou aún en la calle de boxes. El neerlandés fue penalizado con un Drive-through. El español, sin aparentes daños en el coche, pudo reengancharse a la carrera en el puesto 25º. Enrabietado llegó Palou empezó a remontar adelantando a varios coches.
El mexicano O´Ward, uno de los favoritos, se fue contra la pared en una de las resalidas. Se dio la relanzada a una vuelta a la que, tras revisión, salió Ericsson primero tras pasar a Newgarden antes de la última cancelación. El americano se rehízo en los últimos metros de la última vuelta para dejar uno de los triunfos más emocionantes y extravagantes de los últimos tiempos.