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Noah Lyles y su obsesión por mejorar las salidas

AFP
Noah Lyles
Noah LylesProfimedia
Triple campeón mundial al aire libre el año pasado en Budapest (100, 200 y 4x100 metros), Noah Lyles sueña con deslumbrar en los Juegos Olímpicos de París. Para ello se ha pasado las semanas de la temporada bajo techo perfeccionando su punto débil: las salidas.

A sus 26 años, Lyles participa el viernes en Glasgow en su primer Mundial de atletismo en pista cubierta, donde aspira a coronarse en los 60 metros, una distancia que no es de entrada propicia a sus características como velocista pero donde recientemente ha tenido progresos fulgurantes.

A principios de febrero, en Boston, rebajó en siete centésimas su mejor marca personal ya en su primera carrera de la temporada (7.44). Luego rebajó ese crono para ganar el campeonato de Estados Unidos con 7.43, que es la mejor marca de la actual temporada y que le permitió imponerse en esa prueba a Christian Coleman, plusmarquista mundial de la distancia.

"La gente dice que mi salida no es buena, que mi aceleración tampoco, pero acabo de mejorar mi 60 metros, que es la peor parte de mis carreras (cuando compite en 100 o 200 metros)", celebró Lyles después de la carrera en Boston.

Tradicionalmente se le consideraba un especialista en los 200 metros, más que de los 100 metros precisamente por esos problemas en las salidas, pero los éxitos del año pasado en Budapest y las buenas sensaciones en los 60 metros este año parecen indicar que todo eso ha empezado a cambiar.

Lyles acumula seis títulos en Mundiales al aire libre pero ninguno todavía en los Juegos Olímpicos. Y para triunfar en París con un nuevo triplete al más puro 'estilo Bolt' sabe que no debe confiar solamente en su talento como finalizador de carreras, sino que la explosividad en las primeras decenas de metros es igualmente clave.

Musculación y microdetalles

El año pasado, la estrella estadounidense había comenzado ya a trabajar intensivamente sobre sus salidas.

"Me di cuenta que era ahí donde estaba distanciado", explicó recientemente. "Los diez primeros metros son cruciales, pero los veinte metros siguientes lo son todavía más: es ahí donde podía progresar más", analizó.

Como buen ultraperfeccionista, estudió a los mejores, viendo las carreras de sus compatriotas Christian Coleman y Trayvon Bromell, dos de los mejores en los 'starting-blocks'.

También intensificó su trabajo de musculación, un requisito para resultar más explosivo en esas salidas. En las redes sociales publica a menudo vídeos que así lo acreditan.

El velocista de Florida explica además que ha trabajado con Ralph Mann, subcampeón olímpico de 400 metros vallas en 1972 y especialista en biomecánica, para optimizar, de los tobillos a los hombros, su posición en las 'starts'.

"Con él me di cuenta de que ahora era lo suficientemente fuerte para tener un primer arranque más largo y más potente", detalló Lyles.

"Es solo pista cubierta"

Si bien todo ello se pudo ya percibir el año pasado, mejorando su marca personal y ganando su primer gran título internacional en 100 metros (9.83) sin dejar de ser el rey de los 200 metros, Noah Lyles ha demostrado no tener miedo a los 60 metros y la evidencia más clara es su presencia en este Mundial en Glasgow.

"Es solo pista cubierta", relativizó Lyles. "Pero conseguir estos cronos de manera constante quiere decir que el verano va a ser de fuegos artificiales", se ilusiona.

Porque si bien el oro en Escocia es más que factible, su auténtico objetivo en 2024 son los Juegos Olímpicos de París.

En Tokio, en 2021, en sus primeros Juegos Olímpicos, Lyles era el favorito de los 200 metros pero tuvo que conformarse con un frustrante bronce.

"Desde que crucé esa línea de meta (en los Juegos de Tokio), París 2024 era lo único que tenía en mente", explicó en diciembre en Mónaco durante la ceremonia de premios anuales de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics).

"Comprendí ya desde pronto que una medalla mundial no tiene el mismo peso que una medalla olímpica", añadió el hombre que aspira también a batir algún día el récord mundial de 200 metros de Usain Bolt.

"Lo único de lo que la gente habla y que recuerda, son las medallas olímpicas", insiste.