Comenzó marcando territorio el portugués Pedro Pichardo con 17,79 metros, pero en su primer intento Jordan Díaz le dio el primer golpe moral con 17,86 m. Por detrás, otro de origen cubano, el italiano Andy Díaz, con 17,63 m.
Pichardo, que se picó y mucho cuando perdió el Europeo en junio después de haber superado los 18 metros, mejoró en su segundo salto para ponerse con 17,84 m. y cometió nulo en el tercero. El español, mientras, se quedó como estaba después de un segundo corto y un tercero de 17,85 m. Andy Díaz renunció a saltar.
La mejora
Quedaban aún los tres saltos de la mejora. El italiano volvió a pasar, puede que con alguna molestia. Pichardo y Jordan tampoco llegaron más lejos. A poco que mejorasen en la caída al foso, los 18 metros caerían. Pero el portugués decidió reservarse para el sexto y último intento.
Ahí, Andy Díaz mejoró su marca por un centímetro, con 17,64 metros, y se llevó el bronce. Pichardo lo intentó con todas sus fuerzas, pero se quedó en 17,81 metros... ¡y Jordan Díaz ya era campeón olímpico! Ni intentó el último salto, embargado por la emoción del momento, abrazándose a su entrenador, Iván Pedroso, y a sus más cercanos en el día a día.