Análisis del Mundial de Catar 2022: Argentina y Messi, ultimátum para hacer historia

Introducción

La bicampeona del mundo, que espera su tercera victoria en la Copa del Mundo en 36 años, llega a Catar como una de las grandes favoritas del evento. Los argentinos confirmaron sus aspiraciones al ganar la Copa América del año pasado. Por aquel entonces fueron capaces de ganar a Brasil en su propio campo, el abarrotado Maracaná, en el corazón de Río de Janeiro. De cara al Mundial, Argentina no teme a nadie y Leo Messi hará todo lo posible por alcanzar a Diego Maradona y dar a su nación tantas alegrías como el divino Diego en 1986.

La cita de 2018 terminó en un completo desastre para Argentina, tras la cual Jorge Sampaoli perdió su trabajo como seleccionador. Fue sustituido temporalmente por su entonces ayudante, Lionel Scaloni, que luego tuvo la oportunidad de dirigir a la selección en la Copa América 2019. Para entonces, ya no era el entrenador interino. Llevó al equipo a un tercer puesto y, también, al escalón más alto del podio dos años después. Ahora, como el técnico más joven de los finalistas de la Copa del Mundo, Scaloni, de 44 años, prepara a los albicelestes para alcanzar el trofeo más importante del mundo del fútbol.

Y hay que decir que los preparativos le están yendo muy bien. Si los argentinos no sufren una derrota en su último partido amistoso antes del campeonato contra Emiratos Árabes Unidos, llegarán al Mundial en medio de una serie de 36 partidos sin conocer la derrota. El último lo marcaron en la semifinal de la citada Copa América de 2019. En ese escenario, contra Arabia Saudí en su primer partido en el torneo de Catar, se jugará igualar el récord histórico de partidos sin perder de una selección absoluta, que pertenece a Italia y está en 37 encuentros. La serie terminó un mes después de que la Azzurri ganara la Eurocopa 2020.

Fortalezas

Como corresponde a un favorito para el Mundial, tienen muchos puntos fuertes. Sin embargo, desde hace muchos años, cuando uno piensa en la selección argentina, piensa en Leo Messi y en el infernal poder ofensivo de la albiceleste. Esta vez no es diferente. Hace unos años, el ataque estaba formado por Messi, Agüero, Di María o Higuaín. Algunos nombres cambian, pero el potencial sigue siendo el mismo. En la actual plantilla de Scaloni, los mencionados Leo y Ángel son los principales responsables, pero también Lautaro. Es él, junto con el indiscutible mejor futbolista del país en los últimos años, quien marcó siete goles (cada uno) en la fase de clasificación.

De cara también a la zona ofensiva, sin embargo, no sólo destacan los delanteros. El punto fuerte de Argentina es también la línea del centro del campo, que mantiene el balón y crea muchas situaciones para sus compañeros más cercanos a la portería. Durante la fase de clasificación para el Mundial, Giovani lo Celso y Rodrigo de Paul fueron los líderes en este aspecto. El primero dio cinco asistencias, el segundo, tres; y ambos se situaron entre los mejores clasificados de Sudamérica en este aspecto.

Con unos centrocampistas que se sienten cómodos con el balón en los pies y que muestran regularmente su creatividad, a Argentina le resulta fácil hacerse con el control del partido. Sólo en tres partidos de la fase de clasificación registraron un índice de posesión del balón inferior al de sus rivales, y aun así consiguieron ganar todos esos encuentros. Los pupilos de Scaloni se hacen con el esférico y buscan pacientemente el camino hacia la portería. Sin embargo, si por algún casual no dominan, siguen sin tener problemas para vencer a sus rivales.

En las primeras etapas de Messi en la selección, el problema era principalmente defensivo. Cuanto más lejos de los delanteros, el nivel bajaba drásticamente. Todo acababa en el portero, y en los últimos años Argentina carecía de un portero seguro entre los palos, de una estrella en esa posición. Incluso Scaloni se esforzó por encontrar el arquero adecuado, ya que Emiliano Martínez era sólo su novena opción en el puesto. El jugador del Aston Villa realizó una gran temporada en su club, que también trasladó a la selección nacional. En la fase de clasificación, registró seis partidos sin recibir goles y consiguió el mayor índice de tiros defendidos de todos los porteros de la competición. Tanto su rendimiento como el de la defensa en su conjunto serán muy importantes para el hipotético éxito de Argentina en el Mundial.

Debilidades

Los albicelestes viajan a Catar en medio de una serie de 35 partidos sin conocer la derrota, durante los cuales ganaron la Copa América. Además, cuentan con Messi en su alineación, uno de los mejores futbolistas de la historia del deporte. Si fuera fácil encontrar algún punto débil en la selección argentina, nadie la pondría como favorita para ganar el torneo.

La única debilidad importante es la lesión de Lo Celso, que se perderá el Mundial y fue una figura muy importante para la selección en la fase de clasificación. Sin embargo, se trata de una sola debilidad que no puede considerarse como una genérica para todo el equipo.

Si hubiera que buscar algo negativo, posiblemente sería de la historia de las finales de la selección argentina en la era Messi: perdieron en la Copa América 2007, en el Mundial 2014 y en las ediciones de 2015 y de 2016 de la mencionada. Messi no ganó su ansiado primer trofeo con la selección hasta 2021. Las cuestiones mentales y su dudosa capacidad de liderazgo en los partidos más importantes pueden ser el único inconveniente, algo que la historia muestra de forma clara.

Once ideal

Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Christian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Guido Rodríguez, Alexis Mac Allister, Rodrigo de Paul; Ángel di Maria, Lautaro Martínez y Leo Messi.

Si la fuerza de la selección debe demostrarse por la calidad de los suplentes, basta con decir que Argentina tiene normalmente a Paulo Dybala o Lisandro Martínez sentados en el banquillo.

En las últimas generaciones, han tenido los mayores problemas en portería y en defensa. Basta con recordar la final del Mundial 2014, para la que los albicelestes salieron con Sergio Romero, Ezequiel Garay y Martín Demichelis. Es cierto que todavía carecen de jugadores de talla mundial en esas posiciones, pero tanto su estado de forma actual como la edad de Emiliano Martínez y Christian Romero pueden demostrar que, tanto en Catar como en los próximos años, no debería haber ningún problema.

Con la ausencia de Lo Celso, la línea del centro del campo puede parecer un poco más débil, lo que significará que De Paul tendrá que asumir más responsabilidad en la creación, pero también se puede contar siempre con que Messi baje el balón y haga que los suyos jueguen.

Por supuesto, tampoco hay problemas en el ataque. Argentina siempre ha sido conocida por sus delanteros capitales, y Martínez, de 25 años, y Julián Álvarez, de 22, habitual en las alineaciones del Manchester City, demuestran que tampoco debería haber carencias en esta posición en el futuro. Por supuesto, todo está ya dirigido por los veteranos que siguen siendo los líderes de este equipo: Messi y Di María.

La Clave

En Argentina, se dice que el tiempo no se mide por meses o años, sino por la Copa del Mundo. Este país vive y respira fútbol, y la última vez que pudo llamarse el mejor país del mapa futbolístico fue en 1986, durante un torneo en el que Maradona marcó un gol a Inglaterra con la mano (la de Dios). Para muchos jóvenes aficionados, estos son tiempos prehistóricos, pero Messi tiene ahora 35 años y este será, probablemente, como él mismo dijo, su último campeonato.

El hecho de que la leyenda del Barcelona ganase el Mundial sería otro argumento para quienes piensan que es el mejor futbolista de la historia del fútbol. Hace sólo un año que Messi ganó la Copa América y unos años antes Cristiano Ronaldo ganó en la Eurocopa. Algunos, al recordar su época en el fútbol, se remontan a los resultados obtenidos con sus selecciones nacionales. Lo mismo hacen los argentinos, para quienes los dos mejores de la historia del fútbol son Maradona y Messi, exactamente en ese orden. Si la estrella de hoy les da lo que han estado esperando durante 36 años, quizás ahora se convierta en el más grande de los grandes.

Predicción

Después de 35 partidos sin perder, es improbable que los pupilos de Scaloni se dejen asustar por Polonia, México o Arabia Saudí. Además, el calendario les ha ido tan bien que empiezan contra un equipo de Asia. De esta forma, deberían empezar bien el torneo, en el que terminarán, previsiblemente, la fase de grupos con nueve puntos en su cuenta. A partir de ahí, claros candidatos a conquistar el título.