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Al-Attiyah, el rey del Dakar que pone al deporte catarí en el foco mundial

AFP
Al-Attiyah reina en el Dakar
Al-Attiyah reina en el DakarFRANCK FIFE / AFP
"Mi historia sale en los libros de historia de los niños escolares", dijo orgulloso Nasser al canal ESPN en 2017 y ahora, con su última victoria en Arabia Saudí, se asegura un nuevo capítulo.

El piloto de 52 años comparte fama con el saltador de altura Mutaz Essa Barshim como el deportista catarí más exitoso, aunque el oro olímpico logrado por el atleta (en Tokio-2020), sería seguramente el título más deseado por Al-Attiyah.

El piloto de Doha ha competido en todos los Juegos Olímpicos desde Atlanta (1996) en la disciplina 'skeet' de tiro, logrando medalla en Londres (2012), pero de bronce.

"Esa vez me dije a mí mismo que tenía que ganar una medalla por mi país, por todos los árabes", declaró Al-Attiyah a Sport360.

"Tenía todo en casa excepto una medalla olímpica. Significa mucho", añadió.

Al-Attiyah, cuya medalla era solo la cuarta para Catar en toda la historia de los Juegos Olímpicos, ya había marcado el deporte de su pequeño país un año antes, cuando logró su primera victoria en el prestigioso Rally Dakar.

Cuatro triunfos después, con su copiloto Mathieu Baumel, al que considera también su mejor amigo, su hambre de éxito está lejos de saciarse y aún espera lograr el título olímpico en París para incentivar a los niños cataríes a dedicarse al deporte.

"Tras leer mi historia, muchos jóvenes quieren dedicarse al tiro o a las carreras", asegura con orgullo.

Al-Attiyah llegó a combinar tres deportes, pero decidió dejar la equitación por temor a una lesión en la mano que amenazase con impedirle practicar las otras dos disciplinas.

Profesional en dos deportes

Su amor por la práctica de actividades de riesgo le llevó también a quererse convertir en piloto de aviones, pero luego lo dejó.

"Soñaba con convertirme en piloto, especialmente porque mis primos eran pilotos y yo era el más joven entre ellos", recordó a Jordan News en 2021.

"Se graduaron en una escuela de pilotaje en el Reino Unido".

Llegó al mundo de los rallies por casualidad, acompañando a uno de sus primos a una prueba, donde se convenció de que su futuro estaba en tierra y no en el aire.

No obstante, fue su padre Saleh quien le encaminó hacia las dos disciplinas en las que ha triunfado.

Cuando Al-Attiyah tenía 18 años le compró un Nissan Patrol y también fue él quien le hizo descubrir el tiro.

"Mi padre me dijo: 'Nasser, eres un cazador. Si quieres mejorar, necesitas practicar el tiro al plato. Te ayudará a concentrarte y a ser más fuerte mentalmente", explicó el piloto a ESPN.

"Más tarde, cuando me di cuenta de que era bueno, decidí seguir disparando", añadió Al-Attiyah, quien defiende que lejos de ser una distracción, los dos deportes se complementan.

"Combinar dos deportes profesionalmente y sentir la presión de ser el mejor en ambos es un gran desafío", dijo el catarí a la web Q Life Ein 2018.

"El tiro me ayuda a mejorar en la conducción, porque se necesita una concentración inmensa. Me ayuda a ser fuerte mentalmente".

Al-Attiyah espera la llegada de una nueva generación que le reemplace. "El gobierno de Catar me ha dicho que si encuentro otro Nasser, me dejarán retirarme", bromeó a ESPN el piloto de 52 años recién cumplidos.

Pero admite que "por ahora no hay nadie" como él, así que él sigue "disparando".

Si gana el ansiado oro en París el próximo año, Al-Attiyah tendrá un libro de historia sólo dedicado a él.